Desde 2011, mediante sus diagnósticos nacionales de supervisión penitenciaria, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) advirtió sobre la falta de gobernabilidad en el Centro Preventivo y de Reinserción Social Topo Chico, donde esta semana hubo una riña que dejó 49 personas muertas.

En sus informes, el organismo habló de las carencias para prevenir y atender hechos violentos en la penitenciaría. Dio cuenta de que internos controlaban la seguridad, al resto de la población y ejercían la violencia, además de que tenían privilegios, objetos, sustancias prohibidas y se practicaba la prostitución.

La CNDH dio una calificación de 5.72, sobre 10, al centro penitenciario, dadas las condiciones que detectó.

A lo señalado, sumó la sobrepoblación, hacinamiento y el control de grupos delictivos del área varonil sobre las internas que ejercen autogobierno –según otro informe del mismo organismo– sobre las reclusas.

Sin manual de procedimientos

También mantuvo la advertencia de que en Topo Chico se carecía de manual de procedimientos de ingreso, para el traslado de internos, motín, uso de la fuerza y solicitar audiencia con las ­autoridades.

Reportó que había insuficiente personal custodia, deficiente capacitación para el existente e irregularidades que vulneran el debido proceso.

Detectó deficiencias durante el proceso de imposición de sanciones disciplinarias y en el ejercicio de funciones de autoridad por los servidores públicos del centro; cobros de custodios e internos, e inexistencia de separación entre hombres y mujeres en talleres, área escolar y visita íntima, entre otras.

Tras la reciente violencia en el penal –que dejó 49 muertos y 12 heridos–, Asistencia Legal por los Derechos Humanos (Asilegal) apuntó, por otro lado, que la responsabilidad recae en las autoridades.

Decir que lo sucedido es consecuencia de un choque de grupos delictivos no explica todo lo ocurrido, luego de que la CNDH documentó las pésimas condiciones de vida de las personas privadas de la libertad en Nuevo León, y en particular en Topo Chico, señaló. Esa prisión forma parte de una dinámica de violencia que se vive todos los días en los centros penitenciarios de Nuevo León; en sólo dos años ha habido 83 incidentes, como homicidios, riñas, motines, fugas, decesos, intentos de asesinatos y suicidios, resaltó.