¡Bienvenidos al pasado!
Vuelven las crisis del PRI
Coca-Cola reabre en Guerrero
¡Sorpresa: ganó Medina Mora!
Compadre de bautizo
El pariente Franco González-Salas
Aberraciones michoacanas
El banquero global Jacob Rothschild advierte sobre el máximo riesgo geopolítico
Fin de fiesta: dólar a 16
¿Volatilidad pasajera
?
Más tóxicos en Cananea
Lo que nos dice
a tensión entre los servicios de espionaje masivo del gobierno estadunidense, empresas y organizaciones de la industria informática se recrudeció tras la revelación de que durante casi una década la Agencia Central de Inteligencia (CIA) ha intentado romper los sistemas de seguridad que protegen la información personal de usuarios de teléfonos celulares y tablets de la marca Apple. Según el portal The Intercept, que difunde documentos filtrados por el ex contratista de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) Edward Snowden, los expertos de la CIA lograron crear una versión propia de Xcode, lenguaje para desarrollar aplicaciones de Apple, con lo que lograron vigilar los programas para iPhone, iPod y iPad que se distribuyen en la tienda de aplicaciones de la firma. Sin embargo, no queda claro si la agencia de espionaje logró vulnerar los algoritmos de seguridad que protegen los datos personales almacenados en los dispositivos citados.
La chispa de la bomba yucateca
de Fernando del Paso
l escritor Fernando del Paso pronunció un conmovedor discurso al recibir en Mérida el premio José Emilio Pacheco a la excelencia literaria, texto que el corresponsal Luis A. Boffil publicó en La Jornada el domingo 8. Sin embargo, se incurrió, a mi parecer, en una pifia en el párrafo final, pues se asevera que Del Paso mentó esta bomba yucateca: “En la esquina de un estanque/ había un sapo/ lo quise agarrar/ pero se me escapó” (sic). Yo escuché a los yucatecos decir esa misma bomba con esta gracia: “En el fondo del estanque/ divisé a un sapo/ fui a sacarlo/ se me escapo” –así, escapo, sin acento, para que rime
con sapo. Es la misma onda coplera que los bolivianos mentan en el aro-aro de sus cuecas, cuando pronuncian las esdrújulas sin acentuarlas: “¡Vente conmigo mi doña/ aprovechemos la hora/ ahura que no hay la ponzoña/ tipica de la vibora..!”
oy día prácticamente todos los elementos de nuestra vida se vinculan cada vez más al Internet, las tecnologías de la información y comunicación y las interacciones que estas herramientas generan. Desde los sistemas educativos –que demandan su uso para generar aprendizajes significativos–, los de salud –para eficientarlos–, hasta el gobierno –para fomentar la transparencia y rendición de cuentas–.
l agua es un elemento natural indispensable para vivir. Sin ella la existencia de la vida no es posible. Además, para muchos pueblos del mundo reviste aspectos culturales que se expresan en mitos y prácticas fundamentales para su existencia. Su importancia la entendieron las sociedades antiguas, que lo trataron como un bien común del que ningún particular podía apropiarse, porque hacerlo ponía en peligro la existencia de los demás. El Congreso constituyente de 1917, que aprobó la Constitución política de nuestro país, que actualmente nos rige, recogió esa tradición declarando que el agua era propiedad de la nación mexicana, es decir, de todos los mexicanos, dejando al Poder Ejecutivo la responsabilidad de su administración, para repartirla equitativamente, cuidar su conservación y no se pusiera en peligro su aprovechamiento por generaciones futuras.
l rijoso malestar social que emergió con motivo de la tragedia de Ayotzinapa no se ha disipado. Buena parte de ese descontento se subsumió en las pulsiones latentes de los mexicanos y ahí permanece al acecho. Cualquier estímulo puede hacerlo surgir, con igual o con mayor fuerza a la que antes tuvo. La desesperanza y rabia que dejó la colusión de autoridades y criminales, evidenciada en tan disolvente tragedia, apunta hacia una factible transformación de los valores y las costumbres vigentes. La corrupción, el patrimonialismo, el amiguismo, las complicidades, el trafique de influencias o la impunidad, que han formado parte sustantiva de la normalidad del quehacer público, iniciaron su ruta hacia el rechazo o a la exigencia de su finiquito.
on cuál método
de investigación los historiadores tratarán el periodo diciembre 2014-marzo 2015, cuando Israel
y Estados Unidos subordinaban sus políticas internas
a Irán, el fantástico país de los persas, enlodándolas con los atentados dinamiteros que tuvieron lugar hace 19 y 21 años en Buenos Aires contra la embajada de Israel (22 muertos, decenas de heridos) y la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA, 85 muertos, centenares de heridos).
oy día, la crisis de confianza viene de una esperanza decepcionada. No sólo es el bajo fondo de la popularidad presidencial, sino el descrédito y erosión de actores e instituciones que acentúan el futuro incierto de un país lastimado y de las expectativas precarias en la vida cotidiana de los mexicanos. La clase política en el poder reconoce bien la crisis, los niveles de decepción y desconfianza, pero no acierta a dimensionar ni encontrar alternativas. El 16 de febrero se dio a conocer una entrevista en el Financial Times donde Luis Videgaray, secretario de Hacienda, afirmó: No se trata sólo de reformas; tenemos que hacer frente a lo que es en la actualidad realmente importante para la sociedad mexicana, que no es (sólo) la corrupción y la transparencia. Va más allá de eso, se trata de una cuestión de confianza
. Por su parte el dirigente del PRI, César Camacho, reconoció el 26 de febrero que actualmente se vive una crisis de confianza y hartazgo social. Estamos, aceptó, en tiempo en el que si algo está en crisis en este momento es la confianza. Y una relación difícil, en situación crítica entre los ciudadanos y el poder. Entre los ciudadanos y los partidos. Entre los ciudadanos y las instancias que se han ideado para servir eficazmente a los mexicanos
. Antes de la gira presidencial en Reino Unido, el presidente Peña Nieto declaró: Hoy hay, sin duda, una sensación de incredulidad y desconfianza (...). Ha habido una pérdida de confianza y esto ha demostrado suspicacia y dudas, esta crisis de confianza es una oportunidad. Creo que aún estamos a tiempo de dar resultados, de entregar beneficios a los mexicanos. Soy optimista
.
as proyecciones demográficas indican que para el año 2050 la población total en el mundo superará los 9 mil millones de personas. Sin duda la presión sobre los ecosistemas del planeta aumentará por el crecimiento demográfico. Pero no todos los humanos tienen el mismo impacto sobre el medio ambiente. Hoy 20 por ciento de la población mundial absorbe 80 por ciento de los recursos naturales consumidos cada año.