oy día prácticamente todos los elementos de nuestra vida se vinculan cada vez más al Internet, las tecnologías de la información y comunicación y las interacciones que estas herramientas generan. Desde los sistemas educativos –que demandan su uso para generar aprendizajes significativos–, los de salud –para eficientarlos–, hasta el gobierno –para fomentar la transparencia y rendición de cuentas–.
Uno de los retos que tienen los gobiernos consiste en disminuir la brecha digital para favorecer la innovación, mejorar los procesos educativos, de salud, de gobierno y para permitir a los ciudadanos acceder a un universo prácticamente ilimitado de información que les haga partícipes activos en y desde la sociedad del conocimiento. Al respecto, el Observatorio Regional de Banda Ancha sostiene que en los países avanzados un aumento de 10 por ciento en la disponibilidad de banda ancha puede significar hasta 2.5 por ciento de incremento en la tasa de crecimiento del PIB.
En países miembros de la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos) el tiempo de descarga promedio mediante red telefónica de alta velocidad es de 30 megabites por segundo, mientras en México es de 3 megabites. La velocidad media de la banda ancha fija para nuestro país es de 5.1 megabites, mientras en Chile, por ejemplo, es de 14.8 megabites. Es decir, hay un servicio limitado y a precios aún fuera del alcance de la mayoría de los mexicanos.
En este contexto, el tema de la brecha digital se colocó en la agenda estatal prioritaria del gobierno mexicano y se pusieron en marcha diversas iniciativas enfocadas a promover la adopción de TIC, a garantizar el derecho constitucional establecido en el artículo 6 de nuestra Carta Magna y disminuirla principalmente en zonas marginadas y poblaciones con alto grado de vulnerabilidad.
Para enfrentar este reto se realizaron cambios institucionales, normativos, de estrategias y de políticas públicas, caracterizados por un conjunto de 12 reformas estructurales, entre ellas para el sector: 1) la reforma estructural en materia de tele- comunicaciones, 2) la reforma estructural en materia de compe- tencia económica, 3) la promulgación de leyes secundarias de ambas reformas, y 4) el Programa Nacional de Infraestructura.
En este marco se ubica el Proyecto México Conectado (PMC), cuyo objeto es brindar, en condiciones de igualdad, acceso a Internet de banda ancha, abierto y gratuito para todos los mexicanos.
Para la Universidad de Guadalajara constituye un motivo de especial satisfacción contribuir como instancia coordinadora nacional de este proyecto. Desde hace más de un año, participa con la Secretaría de Comunicaciones y Transportes en el desarrollo, tanto de conocimiento útil para la toma de decisiones como de estrategias para que el acceso a la banda ancha en México sea universal e igualitario.
La meta es conectar 250 mil sitios y espacios públicos hacia 2018, siete veces más que los conectados hasta 2013, año en que se puso en marcha el proyecto. Se espera impactar favorablemente las condiciones vida de aproximadamente 54 millones de mexicanos, lo que representa beneficiar a 43.2 por ciento de la población total.
En 2014, el PMC superó la meta al conectar más de 65 mil sitios y espacios públicos, de los cuales siete de cada 10 corresponden a educación, seguido de salud (11.94 por ciento) y de espacios comunitarios (8.16 por ciento), llegando a, según datos oficiales, 18 millones de personas en el país. Es pertinente destacar que, si se considera el perfil de usuario, cuatro de cada 10 personas conectadas son jóvenes entre 12 y 24 años; es decir, son generaciones en edad de cursar la educación media superior o iniciar la educación superior.
Sin duda, la labor que los gobiernos federal y de las entidades federativas, las universidades e instituciones públicas participantes, la sociedad y el sector privado, han realizado durante más de un año en torno a México Conectado ha sido fundamental para que el Internet llegue a más familias, estudiantes, comunidades académicas y empleadores, así como a las diferentes localidades y regiones del país. Confiamos en que con este esfuerzo para cerrar la brecha digital, se contribuirá a legar a las nuevas generaciones un país con mejores oportunidades de desarrollo.
*Rector general de la Universidad de Guadalajara