México, pionero en cirugías plásticas y reconstructivas
Martes 10 de marzo de 2015, p. 32
Uno de cada tres niños que llegan al Hospital Infantil de México Federico Gómez (HIMFG) tiene alguna malformación congénita, como Fátima, quien nació con una displasia frontonasal. Sus ojos estaban separados entre sí más de cuatro centímetros, no tiene nariz, por lo que respira a través la traqueostomía que le realizaron al nacer.
En el HIMFG inició el camino para corregir las anomalías, aunque será largo y complejo, explicó Enrique Ochoa, jefe del Departamento de Cirugía Plástica y Reconstructiva.
La primera cirugía considerada mayor se llevó a cabo el 10 de febrero, duró más de nueve horas y vendrán unas cinco más en los próximos 10 a 15 años, comentó el experto. Es un caso de alta complejidad que implica la participación de unas 10 especialidades médicas y equipo con tecnología de última generación.
Se desconoce la causa de la displasia frontonasal. Únicamente se sabe la forma en que ocurre. Así lo explicó Ochoa: entre las semanas tres y ocho del embarazo, el tejido conocido como ectodermo no migra y las estructuras de la cara no se forman adecuadamente. Es una condición que persiste hasta el nacimiento.
De estas malformaciones se reporta un caso por cada cien mil nacidos vivos. Otras estadísticas refieren 16 por cada millón de nacimientos. Sólo en el HIMFG, centro nacional de referencia en el área de malformaciones congénitas, se realizan 80 procedimientos quirúrgicos para igual número de pacientes con alguna deformidad, comentó Ochoa.
En conferencia de prensa, el médico explicó a detalle la primera cirugía, que requirió de cortar el exceso
de tejido para luego unir las órbitas de los ojos.
En una segunda operación, que podría efectuarse al final de este año o en los primeros meses de 2016, dependiendo de la evolución de la menor, se buscará restablecer el sistema respiratorio, es decir, comunicar la vía aérea por las fosas nasales con la faringe, lo que actualmente es inexistente en Fátima.
Algunos años después, vendrá la cirugía para construir
la nariz de la niña. Actualmente tiene los orificios del órgano, pero carecen de funcionalidad; y posteriormente vendrán las cirugías estéticas que sean necesarias. En el transcurso de estos procedimientos iniciará su atención médica en el servicio de foniatría, porque hoy no puede hablar, pero escucha y su capacidad mental es normal. El objetivo final, comentó Ochoa, es lograr que Fátima tenga un rostro común
que le permita integrarse a la sociedad, estudiar, trabajar, y en general, llevar a cabo sus proyectos personales y de vida.
Resaltó que las cirugías plásticas y reconstructivas se efectúan en el país desde los años 60 del siglo pasado y que México es pionero en esta materia a escala internacional, junto con Francia y debido al trabajo del doctor Fernando Ortiz Monasterio.
Existe un sinnúmero de malformaciones congénitas y en el caso del HIMFG la mayoría de los pacientes llegan desde recién nacidos.
Fátima tenía cuatro meses de edad cuando fue referida por un hospital de Puebla, donde nació y será paciente del HIMFG al menos los próximos 10 a 15 años.