Caracas, 24 de julio.

En lo que el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, calificó de ilegal y de un secuestro, las autoridades de Aruba arrestaron a petición de Estados Unidos al cónsul general venezolano en la nación antillana, Hugo Carvajal, quien fue director de inteligencia del fallecido Hugo Chávez.

Carvajal se encuentra secuestrado en este momento, ilegalmente, violando el Convenio de Viena, dado que este soldado de la patria es diplomático en funciones del Estado venezolano. Sépanlo todos, como jefe de Estado (...) lo defenderé con todas las posibilidades y con toda la fuerza del Estado venezolano en el marco de la ley internacional, dijo Maduro desde el estado Zulia (oeste), en un acto militar transmitido por la televisora estatal VTV.

Ayer (miércoles) fuimos testigos de una emboscada contra un soldado de la patria que está en servicio diplomático protegido por el Convenio de Viena, insistió, y advirtió: No queremos problemas con nadie en el mundo, pero si intentan vulnerar la dignidad de Venezuela, Venezuela responderá con fuerza suficiente.

Horas antes, la cancillería venezolana rechazó enérgicamente mediante una misiva lo que consideran una detención ilegal, llevada a cabo por autoridades holandesas en la isla de Aruba el miércoles por la noche.

En el comunicado, el ministerio de Relaciones Exteriores solicitó al Reino de los Países Bajos que rectifique y que el mayor general sea liberado de forma inmediata.

Carvajal, ex director de Inteligencia Militar durante el gobierno de Chávez, fue arrestado a petición de fiscales estadunidenses y se prevé que comparezca el viernes ante un tribunal de Aruba.

Carvajal fue designado cónsul general de Venezuela en Aruba el 16 de enero pasado. Entre 2004 y 2011 fue jefe de Inteligencia Militar de Chávez y regresó al cargo brevemente en 2013 al ser designado por Maduro.

El primero de marzo de 2008, en territorio ecuatoriano, un bombardeo ordenado por el entonces presidente colombiano Álvaro Uribe mató a uno de los máximos jefes de las rebeldes Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), Raúl Reyes.

Nicolás Maduro afirmó ayer que el arresto del cónsul de Venezuela en Aruba viola el Convenio de Viena sobre inmunidad diplomáticaFoto Reuters

Según el gobierno colombiano, las computadoras decomisadas en el campamento de Reyes dejaron en evidencia que Carvajal se reunió en muchas oportunidades en Venezuela con jefes guerrilleros como Iván Márquez y Rodrigo Granda, quienes son dos de los principales negociadores en el proceso de paz que desde fines de 2012 adelantan en Cuba el gobierno colombiano y las FARC.

Mientras estaba a cargo de la Dirección de Inteligencia Militar (DIM) en 2008, fue acusado por el Departamento del Tesoro de Estados Unidos de apoyar a partidarios de las FARC.

Las autoridades de Aruba dijeron que inicialmente dudaron sobre si Carvajal –quien fue compañero de armas de Chávez durante la insurrección de febrero de 1992– tenía inmunidad, dado que tiene pasaporte diplomático de Venezuela. Prosiguieron con la detención porque aún no ha recibido la acreditación del gobierno local.

La inmunidad siempre está vinculada a una función, dijo la portavoz de la fiscalía Ann Angela en una entrevista telefónica. Y no tiene ninguna función aquí en Aruba. No es el cónsul general, por lo tanto, no tiene inmunidad.

Los fiscales estadunidenses tienen 60 días para formalizar la petición de extradición, agregó Angela. Es poco probable que las presiones de Venezuela sobre Aruba lleven a la liberación de Carvajal, dijo Michael Sharpe, profesor adjunto del York College de Nueva York especializado en relaciones internacionales. Aunque Aruba está a sólo 24 kilómetros de la costa de Venezuela, tiene más nexos con Estados Unidos.

En otro asunto, se informó que el juicio contra el opositor radical Leopoldo López, apresado hace cinco meses por supuesta incitación a la violencia en las protestas antigubernamentales de febrero en Venezuela, que comenzó ayer, continuará el 6 de agosto. Sus abogados dijeron que el proceso es sesgado, y aseguraron que no hay elementos para condenar al dirigente de Voluntad Popular.