Tokio, 24 de julio.

El mexicano Javier Aguirre fue nombrado seleccionador de Japón, después del fracaso del equipo en el Mundial de Brasil, que llevó a la dimisión del italiano Alberto Zaccheroni.

Hemos llegado a un acuerdo y la comisión ejecutiva aprobó el nombramiento, anunció Hiromi Hara, director técnico de la Federación de Futbol de Japón (JFA), quien no dio detalles, pero todo apunta a que será un contrato encaminado a Rusia 2018.

Según la prensa nipona, el Vasco, que como jugador participó en la selección que llegó a cuartos de final en México 86, y como entrenador guió al Tri a octavos de final en los mundiales de 2002 y 2010, firmó un contrato por cerca de 2.1 millones de dólares al año, más del doble que su predecesor y el sueldo más alto que jamás ha pagado la JFA.

Es un hombre muy experimentado. Lo necesitamos para que inyecte tenacidad en el equipo, señaló Hara, quien durante el Mundial de Brasil dijo a reporteros que cree que España y México pueden ser un modelo para Japón, porque sus jugadores no son grandes físicamente, pero ganan con futbol técnico y de combinación.

Cuando el cuadro asiático perdió contra el tricolor en las semifinales de los Juegos Olímpicos de Londres 2012, Hara reconoció que Japón podía aprender mucho de México: El hecho de que la joven generación de jugadores mexicanos tenga un buen número de futbolistas con experiencia en el mundo es una guía para nosotros.

Los medios locales también informaron que el ex técnico del Español debería llegar a Japón a mediados de agosto para preparar las visitas de Uruguay y Venezuela, invitados para juegos amistosos el 5 y 9 de septiembre, respectivamente.

Zaccheroni renunció al cargo de seleccionador tras la temprana eliminación de los Samuráis Azules en la justa brasileña, en la que cayeron ante Costa de Marfil, empataron sin goles contra Grecia y fueron derrotados 4-1 por Colombia.

La eliminación de los campeones de Asia provocó críticas contra la selección, la táctica de Zaccheroni, así como hacia las estrellas Kaisuke Honda y Shinji Kagawa.

El conjunto nipón no ha faltado a la cita mundialista desde su primera participación en 1998, y sólo en 2002 y 2010 llegó a octavos de final, pese a las crecientes expectativas generadas en el país asiático, que coorganizó la Copa de 2002 junto a Corea del Sur.

El francés Philippe Troussier fue el primero en poner al conjunto asiático en el mapa futbolístico cuando dirigió al equipo en la Copa de 2002, en la que los nipones contaron con un puesto directo por ser anfitriones.

Las aspiraciones crecieron en 2006 bajo las órdenes del brasileño Zico, que habló de la generación dorada del futbol japonés, pero tampoco se cumplieron los objetivos y el famoso Hidetoshi Nakata dejó el futbol llorando tras su último partido de la fase de grupos.

Que el entrenador Takeshi Okada apuntara a las semifinales en Sudáfrica 2010 parecía a todas luces demasiado optimista, aunque Japón volvió a llegar a octavos, en los que cayó por penales ante Paraguay.

Después de los amistosos ante Uruguay y Venezuela, la primera tarea importante de Aguirre será cuando la selección nipona busque defender su título en la Copa de Asia, en enero de 2015 en Australia.