Integrantes del corderismo se manifestaron en favor de un pacto de civilidad, de cara a los comicios internos del PAN, pero consideraron que al mismo tiempo se debe garantizar piso parejo, para que el partido realmente salga fortalecido de su proceso electoral.

Mientras, la comisión organizadora de la contienda en la que se renovará la dirigencia del blanquiazul dio a conocer que a más tardar el próximo 25 de febrero se emitirá la convocatoria para la elección, la cual está prevista para el 18 de mayo.

La campaña se iniciará el 19 de marzo y tendrá 60 días de duración, mientras que el registro de aspirantes será del 11 al 17 del mismo mes. Se prevé que el tope de gastos se ubique en 12 millones de pesos.

Cuatro aspirantes

Hasta la fecha, cuatro personas han manifestado su interés en la presidencia del PAN: el senador Ernesto Cordero; el ex gobernador de Guanajuato, Juan Manuel Oliva; el ex director de la Comisión Nacional del Agua, José Luis Luege; la ex secretaria de Desarrollo Social, Josefina Vázquez Mota, quien en breve definirá si contenderá, y un militante del estado de México, Mario Flores González, a quienes los propios panistas le ven nulas posibilidades de concretar sus aspiraciones.

Aunque el actual dirigente del blanquiazul, Gustavo Madero, no ha definido públicamente si buscará la relección, en Acción Nacional se da por hecho que sí lo hará y por ello sus seguidores ya tienen listo el inmueble que funcionará como casa de campaña.

Entre los requisitos que deben cumplir los interesados en la jefatura nacional del panismo se encuentra la recolección de 22 mil firmas de militantes de todo el país. La de mayo próximo será la primera ocasión que el presidente del blanquiazul será electo por el voto directo de alrededor de 220 mil panistas.

Luego que integrantes del maderismo propusieron la suscripción de un pacto de civilidad para que en la contienda interna no haya descalificaciones, el diputado Homero Niño de Rivera, quien forma parte del corderismo, dijo que en lo personal aceptaría una propuesta de ese tipo, pero le agregaría que haya un acuerdo de piso parejo, para que no haya rencores y prevalenza la unidad partidista.

De hecho –puntualizó– el pacto de civilidad pasa por que haya equidad en el proceso electoral. Resaltó que si no se logran ambas condiciones, el PAN corre el riesgo de dividirse y que llegue debilitado a los comicios federales de 2015.