La pared frontal de la presidencia municipal de Tepalcatepec, cuna de las autodefensas, está llena de cartelones que acusan al alcalde Guillermo Valencia de ser “el templario mayor”. La acusación, sin embargo, tardó en llegar, porque Valencia fue echado del municipio cuando ya las autodefensas llevaban dos meses y medio alzadas en armas.

El 28 de abril de 2013, los templarios lanzaron un ataque a los lugares ya controlados por las policías comunitarias. Valencia dio la orden a la policía municipal de ir siempre atrás de los militares.

Al parecer, según dice, esa orden no fue del gusto de los dirigentes de la policía comunitaria, que enviaron, dice, un comando a buscarlo a la presidencia.

El 12 de mayo, en una marcha por la paz, las acusaciones en su contra subieron de tono. Él no ha vuelto a Tepalcatepec desde el 15 de ese mes.

Diputado local a los 23 años y presidente del Congreso a los 24, durante el gobierno de Lázaro Cárdenas Batel, Valencia fue líder juvenil del PRI. Su meteórica carrera política –tiene 33 años–es el motivo, dice, de que sus adversarios quieran aprovechar el río revuelto de las autodefensas para una revancha política.

En esa línea, asegura que ganó la contienda interna, pese a que tuvo en contra al entonces alcalde Uriel Farías, quien en la elección apoyó al PRD.

Las ex colaboradoras de Farías son las que me señalan, las que hicieron esa lona, se queja, en referencia a un cartel con su foto de campaña que cuelga en el palacio municipal con la leyenda “templario mayor”.

Valencia se defiende con algunos papeles en mano. Muestra, por ejemplo, una carta con acuse de recibo del 2 de mayo de 2012, en la cual solicitó al gobernador Fausto Vallejo el envío de fuerzas estatales y que realizara gestiones para que llegara el Ejército.

No fue sino hasta dos días después del surgimiento de las autodefensas que se instaló en Tepalcatepec una Base de Operaciones Mixtas.

Yo no podía combatir a 100 sicarios con las mejores armas, sin escrúpulos y acostumbrados a matar, con 36 policías municipales divididos en dos turnos. Cumplí al solicitar el apoyo de las fuerzas federales, dice el alcalde, aunque el motivo de su solicitud a Vallejo fue la incursión de policías de Jalisco que instalaron retenes en Tepalcatepec y agredieron a personal del ayuntamiento, él incluido.

Convencido de que las autodefensas surgieron del hartazgo de la población, Valencia se considera una víctima más del crimen organizado.

Sabía el riesgo que corría al denunciar y solicitar apoyo, pero lo hice.

Para fortalecer su dicho, cita los casos de los alcaldes o ex alcaldes asesinados en los recientes años, una larga lista.

Algunos alcaldes de la región dicen que Valencia se llevaba de a cuartos con los templarios.

Hoy dicen que fueron víctimas de extorsión, pero lo hacen porque ya se sienten en una posición más segura, porque están en municipios donde ya no hay presencia de grupos criminales. Yo lo hice desde antes, cuando todos estábamos expuestos, Y pregúnteles cuándo los empezaron a extorsionar a ellos, porque si me conocían a mí fue porque me comenzaron a sacar dinero mucho antes.

–¿Cuándo supo que se preparaban las autodefensas?

–En diciembre de 2012. En enero informé a las autoridades estatales que se estaba gestando un movimiento producto del hartazgo de la población.

–¿Antes del 24 de febrero de 2013 hubo algún tipo de coordinación entre las autoridades federales y lo que serían las autodefensas?

–Se escuchaban rumores, pero yo no lo vi. Me comentaban que habían sostenido reuniones con personal militar. El día que surgieron ya había esa coordinación.

Con la esperanza de regresar

Niega también el alcalde su participación en la construcción de una estatua de un borrachín de Tepalcatepec. Dice que la pusieron ahí tres meses después de su salida del municipio. Y agrega un dato: Juan Cervantes, el bebedor, fue uno de los fundadores de las autodefensas, igual que mi suegro y otros ciudadanos honrados.

No parece tener muchas esperanzas el alcalde de que su situación cambiará en el corto plazo: Me tocó la de malas que mis adversarios son los líderes de las autodefensas. En Michoacán ahora es muy fácil atacar y difamar. ¿Por qué no me atacaron entonces desde el 24 de febrero? ¿Por qué no desarmaron a la policía municipal como hicieron en otros lugares?

–¿Cuál es el papel de José Manuel Mireles en las autodefensas?

–Él era vocero y los verdaderos líderes de los Consejos de Autodefensa son otros. De hecho, Mireles se había distanciado de los líderes desde semanas antes de su accidente. Pero no digo nombres, porque tengo la esperanza de volver a Tepalcatepec, y si hago algún señalamiento a lo mejor no duro mucho.