Jueves 23 de mayo de 2013, p. 24
Londres, jueves 23 de mayo.
Amnistía Internacional (AI) destacó progresos
en la lucha contra la impunidad de los crímenes cometidos por las dictaduras en América Latina, en su informe anual sobre el estado de los derechos humanos en el mundo publicado este jueves aquí.
La organización subrayó que los procesamientos claves
del año pasado en países como Argentina, Brasil e incluso en Guatemala, pese a la incertidumbre que rodea actualmente el caso del ex dictador Efraín Ríos Montt, señalaron importantes avances en la búsqueda de la justicia por las violaciones cometidas durante los gobiernos militares
.
Procesado en 2012, Ríos Montt fue condenado el pasado 10 de mayo a 80 años de cárcel por genocidio y crímenes de lesa humanidad cometidos durante su gobierno de facto entre 1982 y 1983.
Pero la Corte de Constitucionalidad de Guatemala anuló esta semana la sentencia al concluir que no se cumplió el debido proceso tras una suspensión del juicio, el 19 de abril, por lo que todo deberá repetirse desde esa fecha.
Vamos a monitorear el caso
, declaró Guadalupe Marengo, directora del Programa América de Amnistía Internacional.
Condenas históricas
Otra condena histórica para la organización fue la que se dictó en julio pasado en Argentina, contra los ex dictadores Jorge Videla y Reynaldo Bignone, por un plan sistemático de apropiación de hijos de desaparecidas durante el régimen militar que gobernó el país de 1976 a 1983, aunque el primero falleció la semana pasada.
Pero, subrayó Marengo, Videla murió en la cárcel y fue condenado por las violaciones que se cometieron durante su mandato
.
Brasil, uno de los países que no ha juzgado todavía a ningún represor, dio también un paso importante con la creación de la Comisión de la Verdad, que continuará sus trabajos hasta 2014, pero esta semana dio una primera radiografía de la represión y la tortura durante la dictadura (1964-1985).
También preocupan a AI las condiciones carcelarias en la región, en particular en Venezuela, Brasil y Honduras, la tortura, los malos tratos y la violencia contra las mujeres.
Señaló que el mundo se ha convertido en un lugar cada vez más peligrosos
para millones de refugiados y migrantes, cuyos derechos son vulnerados por gobiernos preocupados ante todo por proteger sus frontreras.