Proponen que se tomen medidas globales
Jueves 28 de marzo de 2013, p. 12
En el país existen 200 de las mil 200 plagas vegetales que dañan los cultivos y se tiene una vigilancia epidemiológica fitosanitaria prioritaria en 42 de ellas, las cuales están identificadas como de alto riesgo, explicó Javier Trujillo Arriaga, director general de Sanidad Vegetal del Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica), dependiente de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa).
Asentó que es difícil realizar estimaciones reales de las pérdidas que provocan esas plagas, ya que generalmente intervienen otros factores, como el manejo agronómico del cultivo, pero de acuerdo con la experiencia en el país, va de 30 hasta 80 por ciento.
El caso más inmediato, abundó, es el del Huanglongbing (HLB) –conocida como Dragón amarillo– que ha dañado 8 mil de las 20 mil hectáreas de cítricos en Tecomán, Colima, y la producción se redujo 50 por ciento.
A los agricultores de ese estado se les ha recomendado reconvertir sus cultivos, ya que los árboles infectados pueden ser una fuente de contagio, viven solamente de cinco a ocho años y durante ese periodo producen una fruta muy agria y deformada que no se puede vender. Por ello, algunos han aceptado el apoyo de 10 mil pesos por hectárea que se les ofreció para iniciar el cambio de cultivo y a la vez puedan ofrecer una alternativa a las 5 mil familias que trabajaban en la pizca de limón.
Las acciones contra las plagas deben ser compartidas, pues si bien la globalización es una maravilla económica, en materia sanitaria lleva consigo la posibilidad de trasladar de un continente a otro enfermedades desconocidas
, abundó en entrevista.
Del total de las plagas que hay en el país, dijo, menos de 30 son motivo de atención por parte del Senasica, ya que por sus características obligan a imponer cuarentenas o acciones que restringen el traslado de los productos; entre ellas están el Dragón amarillo, la cochinilla rosada del hibisco, que ataca frutas, flores, plantas forestales y silvestres; el ácaro rojo de las palmas y las plagas reglamentadas del aguacatero, por ejemplo.