Existe un sutil machismo
Viernes 8 de marzo de 2013, p. 2
A pesar de que en los pasados 20 años el número de mexicanas que estudian carreras científicas se ha incrementado más de 11 veces, las cifras aún revelan mayor participación de hombres en el sector.
Eva Bretón Báez, adscrita al departamento de física del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav) del Instituto Politécnico Nacional (IPN), reconoció que si bien las oportunidades para estudiar y ejercer una carrera científica son las mismas para mujeres y hombres, aún persiste un machismo sutil que no es exclusivo de ninguna carrera.
Por su parte, Liliana Quintanar Vera, adscrita al departamento de química del Cinvestav, señaló que si bien hay restos de prejuicios sobre el papel de la mujer en ciertas áreas de la ciencia, se trata de un asunto generacional.
En generaciones pasadas no se tenía plena conciencia de que las mujeres podían desarrollarse en esas áreas, pero hoy se trata de sortear las actividades familiares y profesionales con el trabajo científico y sentirse satisfecha
, destacó.
Lo que nos gusta o conmueve
Inés Dussel, del departamento de investigaciones educativas del Cinvestav, dijo que es en la educación básica en la que las niñas pueden aproximarse o alejarse de las carreras científicas.
Me parece importante el trabajo de la escuela para mostrar que sí hay mujeres científicas, que no tiene que haber vocaciones cerradas por género. La elección de una profesión tendría que ser en función de lo que nos interesa, gusta y conmueve.
Sin embargo, consideró que no siempre en la escuela se hace un buen trabajo para fomentar la vocación científica, pues se plantea como un conocimiento difícil, extraño y ajeno, lo que impide crear un puente con la vida cotidiana de las niñas y niños.
Por otro lado, también influye el aspecto cultural y social en la forma en que las mujeres perciben el conocimiento científico como algo poco asociado a lo femenino.