Ahora trabajan por reivindicar el náhuatl en Tlaxcala, ante el avance del inglés
Los jóvenes han perdido su identidad, ya no se reconocen con sus raíces indígenas
Martes 12 de junio de 2012, p. 42
Con el estudio dejé de ser maltratada y explotada en los campos agrícolas de San Quintín, Baja California. Ahora me preparo para presidir la organización Mujeres en Defensa de la Mujer Indígena
, expresó Margarita Amalia Cruz Cruz. Al igual que ella, Antonia Zamora Garza, náhuatl de Tlaxcala, se instruye para reivindicar su lengua en las comunidades de dicha entidad, pues los jóvenes están más orgullosos de expresarse en inglés.
Ambas participantes en el diplomado para Fortalecer el liderazgo de mujeres indígenas, organizado por el Programa Universitario México Nación Multicultural y la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas, están preocupadas por el aumento de la migración de los jóvenes a Estados Unidos, Canadá y España. Algunas costumbres se conservan, pero los plásticos, la Coca-Cola, las carreteras y los alimentos industrializados y el interés por demostrar tener más que el otro ha llevado a perder la identidad; los jóvenes ya no se reconocen con sus raíces indígenas
, mencionó Antonia Zamora.
Participante en el seminario Jóvenes universitarios líderes, en Massachusetts, Estados Unidos, y licenciada en sicología, habló de su trabajo con las madres y esposas de migrantes, así como con los jóvenes en la asociación Casa Tequitilis. Los migrantes que regresan de visita a sus casas ya no se comunican con sus abuelos y les gusta hablar más en inglés para demostrar que son más que los otros. Esta es la tercera generación de la ruptura con su lengua originaria
.
Apuntó que su actividad consiste en volver a promover la identidad cultural y la lengua de los abuelos; con las mujeres, a elevar su autoestima, pues sufren violencia económica, ya que sus esposos o familiares que les envían dinero del extranjero les dan instrucciones sobre cómo gastarlo.
Impaciente por concluir sus estudios de técnica en administración de empresas pesqueras por el Centro de Estudios Tecnológicos del Mar en Baja California, Margarita Amalia Cruz, triqui, mencionó que con los estudios cambió su expectativa de vida. No ha sido fácil, pero me entusiasma, porque fui bien recibida en la escuela y porque quiero ayudar a las adolescentes indígenas migrantes a prevenir el embarazo y defender sus derechos laborales y sociales.
Martha Patricia Castañeda Salgado, del programa de investigación feminista del Centro de Investigaciones Interdisciplinarias en Ciencias y Humanidades de la UNAM, expresó que los avances en la atención de la salud de las indígenas es mínimo, pues todavía están muy lejanas de los niveles que tienen las mujeres de las zonas urbanas.
Explicó que con el diplomado ha logrado una mayor comprensión de la problemática de las indígenas. Hay una recuperación del tejido social, trastornado por el modelo neoliberal. Ahora lo importante es tejer redes sociales entre las indígenas que han participado en los anteriores diplomados.