El gobernador del Banco de México, Agustín Carstens, sostuvo que la decisión de Argentina de nacionalizar su petróleo no afecta la estabilidad del país. Yo diría que las repercusiones sobre México serían limitadas.

Durante su comparecencia ante senadores de la Comisión de Hacienda, Carstens fue interrogado sobre la determinación de la presidenta de Argentina, Cristina Fernández, de adquirir el 51 por ciento de las acciones que ahora están en poder de la empresa española Repsol. Su respuesta fue que es un tema grave y reprobable, pero sin que tenga consecuencias en el país.

En entrevista posterior no quiso abundar, sólo dijo que no es un buen ejemplo para México.

En la reunión con los senadores, Carstens pintó un panorama positivo. Dijo que el desempeño de la economía mexicana es incluso mejor que el de Brasil y superior al de países de Europa y Estados Unidos. Informó que México tiene 225 mil millones de dólares de reservas internacionales.

Legisladores de PRI, PRD y Movimiento Ciudadano pusieron en duda sus cifras. La senadora perredista Martha Patricia Jiménez le dijo: Veo un Banco de México con organismos internacionales como el Fondo Monetario Internacional (FMI).

María de los Ángeles Moreno, senadora del PRI, comentó: vemos satisfactorio el control de la inflación, pero los incrementos de los precios de los productos básicos afectan sin duda a los que menos tienen. Además, usted reportó en su informe del año pasado que el Banco de México tiene un flujo negativo de 92 mil millones de pesos y se paga un alto costo por mantener esos 151 mil millones de dólares en efectivo en la reserva monetaria internacional.

Francisco García Alcibiades, del Movimiento Ciudadano, le manifestó la preocupación de su bancada por la fragilidad de la economía.

Carstens destacó ante senadores que la economía mexicana tuvo en 2011 una mejor tasa de crecimiento que Japón y que la zona euro, y pienso que para este año puede ser de entre 3.5 y 4 por ciento, pero, aclaró, un factor decisivo será el crecimiento de Estados Unidos.

Insistió el gobernador del Banco de México en que ante un escenario mundial adverso el comportamiento de la economía mexicana ha sido satisfactorio, y ello se debe a la salud del sistema financiero, al tipo de cambio y a la política monetaria.

Aseveró que el buen desempeño de la economía mexicana, con inflación baja, crecimiento de 3.5 por ciento y estabilidad cambiaria, ha generado mayor confianza de los extranjeros para invertir en el país. En bonos se tienen 750 mil millones de dólares y en Cetes 300 millones, y cerca de 70 por ciento de esta inversión es de extranjeros y a un plazo de siete años.

Explicó que los más de 151 mil millones de dólares en la reserva monetaria, junto con los 75 mil millones de la línea de crédito del FMI, suman un total de más de 225 mil millones, que sirven para apuntalar la moneda.

Carstens dijo a los legisladores que se han reducido las ganancias de los bancos por la disposición de efectivo a través de tarjetas de crédito en casi 50 por ciento, al pasar de 4 mil 300 millones de pesos a 2 mil 361 millones.