La presentación de un voto particular y un conjunto de reservas permitió aplazar la discusión del dictamen de la Comisión de Relaciones Exteriores con la nueva ley general sobre la celebración y aprobación de tratados, que busca evitar que los acuerdos ejecutivos suscritos por el Poder Ejecutivo con otros países sean revisados por el Senado, que mantendría la facultad exclusiva de ratificar los tratados internacionales.

El presidente de la comisión, Porfirio Muñoz Ledo (PT), expuso en su voto particular que si el Presidente negocia y firma los acuerdos ejecutivos, se apropiará de la atribución del Senado para aprobar compromisos internacionales y anularía el necesario contrapeso político del Congreso al Ejecutivo.

El dictamen, publicado ayer en la Gaceta Parlamentaria, resalta en la exposición de motivos que hasta el momento la negociación de tratados se ha dado a pesar de una carencia de comunicación fluida y sólidamente sustentada entre el Ejecutivo y el Senado, que a su vez no ha contado con los elementos de juicio suficientes para fundamentar la aprobación de los respectivos tratados.

A pesar de la oposición de PRD y PT en la comisión, y de Muñoz Ledo, priístas y panistas votaron el dictamen, que avala a su vez la minuta del Senado, turnada a la Cámara de Diputados en abril de 2010, donde a su vez se dio el visto bueno a la iniciativa que presentó la senadora y ex canciller Rosario Green Macías (PRI).

Tanto el voto particular de Muñoz Ledo como los artículos reservados por el PT resaltan la flexibilidad que se otorga al Ejecutivo federal para suscribir acuerdos ejecutivos, como el firmado recientemente por el gobierno de Felipe Calderón con Washington sobre yacimientos transfronterizos de hidrocarburos en el Golfo de México.