Santiago, 17 de abril. Líderes parlamentarios y organizaciones defensoras de los derechos humanos denunciaron la instalación de una base de entrenamiento militar en la región de Valparaíso, financiada con un aporte de más de 500 millones de dólares por el Comando Sur de las fuerzas armadas de Estados Unidos, y exigieron al presidente chileno, el derechista Sebastián Piñera, su cancelación.

La base estaría destinada a la formación de fuerzas de paz de la Organización de Naciones Unidas (ONU), citó el diario El Ciudadano y de acuerdo con legisladores oficialistas como Jorge Ulloa, quien afirmó que se trata de una unidad “dependiente del estado mayor conjunto que recibirá instructores de Estados Unidos y otros países.

Pero fuerzas de izquierda como el diputado comunista Hugo Gutiérrez, integrante de la Comisión de Derechos Humanos de la cámara baja, expresó su preocupación por el entrenamiento en dicho centro con técnicas militares de las fuerzas policiales chilenas, lo que podría conducir a un aumento de la represión de las protestas sociales.

La preocupación que me nace es que aquí lo que están haciendo es convertir al ciudadano en enemigo, ya sea dentro de un conflicto armado de baja intensidad, entre países, o dentro del contexto de una protesta social, dijo Gutiérrez. Instó a Piñera, como comandante en jefe de las fuerzas armadas, a suspender estos cursos.

En términos similares se manifestaron otros legisladores del Movimiento Amplio de Izquierda y del Partido por la Democracia. A su vez, Alicia Lira, de la Agrupación de Familiares de Ejecutados Políticos, denunció la política intervencionista del gobierno estadunidense y esta derivación de la Escuela de las Américas.

La controvertida instalación fue inaugurada el pasado 5 de abril en el Fuerte Aguayo de la localidad costera de Concón, región de Valparaíso, con la asistencia al acto del embajador estadunidense Alejandro Wolff. El centro se ubica 138 kilómetros al noroeste de Santiago, en un terreno de 600 metros cuadrados en una base de la Armada chilena.

Por otra parte, las autoridades informaron de un fuerte sismo de magnitud de 6.7 grados Richter que sacudió la madrugada del martes la zona central del país, pero sin riesgo de generar un tsunami. No obstante, se ordenó una evacuación preventiva de las zonas costeras. En las últimas horas se han registrado más temblores y réplicas, con saldo de al menos dos víctimas fatales por infartos en Valparaíso.