Antes de aprender a amar, los homosexuales aprenden a mentir. Somos unos mitómanos valientes, apunta el reconocido dramaturgo quebequense Michel Marc Bouchard sobre su más reciente obra, Tom en la granja.

Con la dirección de Boris Schoemann, el montaje se estrenó la noche del miércoles en el teatro Santa Catarina, de la Universidad Nacional Autónoma de México.

Se trata de una obra cuya temática gira en torno, entre otras cuestiones, al ocultamiento del homosexualismo, a partir de la muerte accidental de la pareja de Tom, quien va al pueblo de su fallecido amante para el funeral y en busca de consuelo.

Tom es un joven que vive su homosexualidad a plenitud, sin embargo, al llegar se encuentra con que su familia política esperaba a una mujer y no un hombre.

Francis, el hermano del amante de Tom, como ha hecho creer a su madre que su hermano menor tenía una novia, obliga a Tom a mentir. Éste, como quiere vivir su pena, accede a la farsa, lo que provocará que los protagonistas se vean envueltos en una trama de falsas verdades.

Para Bouchard, el desprecio hacia los homosexuales no es un tema obsoleto como algunos quisieran creerlo, particularmente los que se hartaron de escucharlo, o los que creen que, porque la televisión ya lo toca, entonces alguien ya lo está resolviendo.

En el texto del programa de mano de Tom en la granja, Bouchard apunta:

Cada día, jóvenes homosexuales son agredidos en los patios de las escuelas, en la casa, en el trabajo, en el deporte, tanto en la ciudad como en el campo. Cada día, más víctimas de injurias, ostracismo, violencia, burla, humillación, heridas, golpes, calificativos, ofensas, aislamiento. Algunos logran salir adelante, otros no. Algunos se vuelven mistificadores de su vida. Antes de aprender a amar, los homosexuales aprenden a mentir. Somos unos mitómanos valientes.

Para Boris Schoemann, Tom en la granja no es una obra acerca de la homofobia, aclara, sino “sobre la mentira, las falsas verdades, en la que se tocan fibras muy sensibles del ser humano y en la que por momentos se abordan cuestiones hirientes en un tono cómico.

“Si bien el nivel de la homofobia ha bajado en las grandes ciudades, sigue habiendo crímenes de odio en todo el mundo, y en los pueblos remotos sigue habiendo la ley del silencio, la ley de: ‘tengo que esconder mi vida para no afectar a mi familia’.”

Verónica Langer (Agathe), Pedro de Tavira Egurrola (Tom), Leonardo Ortizgris (Francis) y Alaciel Molas (Sara) interpretan a unos personajes que desde su particular visión de la vida intentan sustituir al hombre muerto, para así también sobrevivir. El otro se convierte en sinónimo del que ya no está: hermano, hijo, amante.

Boris Schoemann la considera como una de las mejores obras de Michel Marc Bouchard, pues es una historia que refleja parte de su vida.

Para la actriz Alaciel Molas, Tom en la granja tiene que ver con la serie de justificaciones de lo que los seres humanos creamos, respecto de lo que se espera de uno. Aquí el factor de la mentira, va más allá del tema de la homosexualidad, porque de alguna manera también se plantea que nunca se conoce por completo al otro.

Con escenografía de Jorge Ballina, cuyos elementos permiten que se representen la mesa de una cocina, una recámara, un establo, una tumba; vestuario de Cordelia Dvórak y musicalización de Rodrigo Espinosa Lozano, Tom en la granja se presenta jueves y viernes, a las 19:30 horas, sábados a las 19 y domingos a las 18 horas, en el teatro Santa Catarina (plaza de Santa Catarina 10, Coyoacán).