Las más importantes organizaciones independientes de derechos humanos del país decidieron no acudir ayer viernes a una reunión con delegados del gobierno federal, ya que éste no tiene verdadera disposición para dialogar, sino únicamente presentarles cifras y legitimarse al decir que el tema les preocupa, lamentaron activistas.

José Rosario Marroquín, coordinador de comunicación y análisis del Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez, señaló que esta posición de las autoridades no es nueva, ya que desde el sexenio de Vicente Fox se ha utilizado la supuesta apertura con organismos internacionales como una forma de maquillar la realidad del país.

Hay temas urgentes, como el arraigo o mecanismos de protección a periodistas y defensores de derechos humanos que no han sido tomados con seriedad, o en los que no hay posibilidades reales de que las críticas sean escuchadas, expresó Marroquín.

Así no se puede dialogar, empezando porque no se reconoce que hay un problema real de derechos humanos, y eso suscita muchas dudas. Las reuniones para ellos implican ganar legitimidad y que sólo nos informen de qué han hecho, por eso consideramos que no vale la pena asistir, dijo.

Juan Carlos Gutiérrez, director de la Comisión Mexicana de Defensa y Promoción de los Derechos Humanos, coincidió en señalar que las organizaciones no gubernamentales han convocado anteriormente al gobierno a debatir estos temas, sin obtener ninguna respuesta.