Washington, 8 de abril. Estados Unidos expresó preocupación por el hostigamiento a defensores de derechos humanos en México, en su reporte anual presentado hoy en esta capital.

Las denuncias de ataques a activistas de derechos humanos son una señal alarmante que Estados Unidos sigue muy de cerca, aseguró Michael Posner, secretario de Estado adjunto para Democracia y Derechos Humanos.

Aunque México no está destacado especialmente en el informe anual sobre derechos humanos que el Departamento de Estado presentó hoy, el funcionario reconoció que Estados Unidos tiene algunas inquietudes respecto de lo que sucede en el país.

Lo que más me preocupa es que muchos activistas aseguran haber sido atacados, lo que constituye una señal alarmante dijo, al presentar junto con Hillary Clinton, secretaria de Estado, el reporte en Washington.

Posner destacó la importancia de contar con una comunidad de defensores de derechos humanos muy activa, y subrayó la necesidad de que los activistas puedan seguir hablando claro de forma enérgica, incluso si son críticos con el gobierno, y aseguró que seguimos esto muy de cerca.

Para el funcionario otro de los desafíos a los que México tendrá que hacer frente en el futuro es poner fin al uso del Ejército –que tiene 50 mil efectivos desplegados– en la lucha contra la violencia del narcotráfico, que debería estar en manos de la policía.

El Ejército no está precisamente entusiasmado con ese papel, destacó, y añadió que uno de los desafíos a mediano y largo plazos será crear una policía más fuerte y con experiencia para combatir a estos criminales tan violentos, y permitir al Ejército que vuelva a hacer las actividades para las que fue entrenado.

En la lucha contra el narcotráfico, el funcionario consideró necesarias una mayor transparencia y la necesidad de romper con cualquier noción de que existe un círculo de impunidad, y aseguró haber planteado a México el enjuiciamiento de fuerzas militares en cortes civiles cuando se produzcan casos de violaciones de derechos humanos.

Según datos de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, desde 2006, cerca de cinco mil personas han desaparecido, en el contexto de la violencia del narcotráfico.