Corona vendió al gremio
Exigen los toreros un nuevo dirigente
LUMBRERA CHICO
Hoy habrá una asamblea general extraordinaria de la Asociación Nacional de Matadores de Toros y Novillos, cuyo presidente interino, Luis Corona Galván, rendirá un informe de las utilidades que, para beneficio de ese gremio, arrojó la corrida de la Oreja de Oro en la Monumental Plaza Muerta. Según cálculos extraoficiales, aquella función produjo utilidades por 260 mil pesos, de los cuales, en un principio, el "empresario" Rafael Herrerías anunció que entregaría un cheque por 100 mil.
Voceros oficiosos del cacique de Mixcoac respondieron de inmediato que las ganancias recabadas aquella tarde ascendían a 700 mil pesos, mismos que el doctor R transferiría a la cuenta bancaria de la asociación. Pero han transcurrido ya más de dos semanas y de esos oros nada se sabe. Por ello existe gran expectación respecto de lo que dirá Corona Galván, ex juez de plazas de trancas y ex inspector de callejón del embudo de Insurgentes, cuya imposición en la cúpula del sindicato de los matadores fue un capricho más de Herrerías.
A finales del año pasado, cuando sucumbió el liderazgo del diestro michoacano Mauricio Portillo, entró al relevo Enrique Fraga, apoyado por Jerónimo, El Gleason y El Pana. Fraga intentó desarrollar un trabajo crítico ante los atropellos sistemáticos del doctor R, pero éste lo paró en seco. Utilizando la influencia de Armillita Chico y de El Zotoluco, a quienes respaldaron Jorge Gutiérrez, Paco González y Carlos Rondero, entre otros, Herrerías consiguió deponer a Fraga y sustituirlo por Luis Corona, que nunca fue torero y nada tenía que hacer dentro de esa agrupación, a la cual llegó como un instrumento del amo en un charrazo típico de la CTM.
El pasado lunes, esta página se refirió a la imposición de Corona como a uno de los episodios más bochornosos de la Estafa Grande 2002-2003. Pero la reacción de los agremiados no se ha hecho esperar y ahora Fraga pedirá que se destituya al golpista, cosa que de acuerdo con las leyes vigentes deberá ser motivo de una asamblea más convocada específicamente para ello.
Los sindicalizados están furiosos con Corona porque, en prueba de su servilismo incondicional, permitió que Herrerías suprimiera el seguro médico que protegía a los toreros por los accidentes que pudieran sufrir actuando profesionalmente o entrenando en el campo bravo. Como presidente de la Asociación Mexicana de Empresas Taurinas (AMET), que controla todas las plazas del país, Herrerías decretó que sólo habrá un seguro de gastos médicos "mayores" para cada diestro por corrida, nada más. Ello, por supuesto, significa un retroceso inaceptable.
Aunque tienen todo en contra, los matadores disidentes contarán hoy con el apoyo moral de Adolfo Lugo Verduzco, presidente de la Asociación Nacional de Criadores de Toros de Lidia, organismo que en el pasado reciente Herrerías también trató de controlar por medio de Sergio Hernández, ganadero de Rancho Seco, cuya imposición fue oportunamente rechazada.