Oficiales afirman que falta personal, además de que sus órdenes obstaculizan la función
El Ejército, incapaz de detener tráfico de drogas hacia EU desde Tamaulipas
La mayoría de las incautaciones de enervervantes en la zona son "por hallazgos"
JESUS ARANDA
El Ejército mexicano no cuenta con los elementos suficientes para impedir el tráfico de drogas de México hacia Estados Unidos, al menos en la zona de Tamaulipas.
De acuerdo con los testimonios del general de división retirado Jorge Pérez Toledo, ex comandante de la VIII Zona Militar, y del teniente coronel Luis Vázquez Hernández, la falta de personal para establecer las áreas de operaciones necesarias para vigilar la franja limítrofe en Nuevo Laredo y Reynosa, Tamaulipas, impacta negativamente en la eficiencia de la lucha antidrogas.
Además, indica Vázquez Hernández en sus declaraciones, de acuerdo con la Directiva Azteca -que coordina el combate integral al narcotráfico a nivel nacional- los soldados se enfrentan al problema de que los delincuentes, cuando ven acercarse una patrulla de soldados, huyen al río Bravo y se dirigen a territorio estadunidense, lo que les garantiza impunidad.
Esto ocurre en razón de que existen órdenes del alto mando del ejército en el sentido de que por ningún motivo los soldados deben perseguir a presuntos delincuentes cuando éstos se den a la fuga a través del río Bravo; además, tienen estrictamente prohibido disparar en dirección de la franja fronteriza.
Es por eso que la gran mayoría de las incautaciones de droga en esa zona son "por hallazgos" en los que casi nunca hay detenidos, afirman los oficiales en sus declaraciones que forman parte del proceso en contra del general Ricardo Martínez Perea por sus presuntos vínculos con el cártel del Golfo.
Por otra parte, de acuerdo con la Directiva Azteca, existen cuatro rutas terrestres principales que utilizan los narcotraficantes para llevar droga a Estados Unidos.
-La que inicia en Oaxaca, sigue por Guerrero, Michoacán, Jalisco, Sinaloa y se interna hacia Sonora rumbo a la frontera.
-La que nace con el cultivo de la droga en Guerrero, de ahí pasa por Morelos hacia el Distrito Federal; el estado de Hidalgo; Ciudad Valles, San Luis Potosí; Ciudad Mante, Ciudad Victoria, Linares y Miguel Alemán, Tamulipas.
Otra ruta de la droga, que se cultiva en Michoacán pasa por el estado de Guanajuato hasta Matehuala, San Luis Potosí; de ahí a la ciudad de Monterrey rumbo al Puente Fronterizo de Colombia, Nuevo León.
-Otra inicia en el estado de Jalisco, pasa por Zacatecas rumbo a San Luis Potosí y tiene como fin Nuevo Laredo, Tamaulipas.
Existe una quinta ruta que es por vía marítima y que va bordeando la costa por el Golfo de México rumbo a Estados Unidos.
Según esta directiva, cada mando militar, guarnición, zona o región, debe adoptar medidas para establecer áreas de operaciones y puestos de control para tratar de impedir el paso de drogas por su territorio.
Al respecto, Martínez Perea dijo en el consejo de guerra que se le sigue: "una ruta del tráfico de enervantes tiene un punto inicial que son los lugares donde se produce la droga, tiene una continuación de puntos territoriales por los que trafican los estupefacientes hasta un punto final, que sería Estados Unidos", en donde la responsabilidad de evitar su paso es compartida.
