Ojalá que asuma el liderazgo que le corresponde, señala Rivera Carrera
En el Consejo de Seguridad, a México sólo le queda encomendarse a Dios: García Ramírez
Desde la presidencia del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas nuestro país debe mantener su tradicional vocación pacifista e influir en el resto de las naciones para que cese la guerra y se encuentren caminos que conduzcan a la paz en Irak, señalaron ayer por separado el arzobispo primado de México, cardenal Norberto Rivera Carrera, y el obispo de San Cristóbal de las Casas, Felipe Arizmendi Esquivel.
En forma más radical, el dirigente nacional del Partido del Trabajo, Alberto Anaya, consideró necesario que desde el Consejo de Seguridad México proponga una resolución que detenga la invasión angloestadunidense en Irak. "Creemos correcto que sea muy firme la postura de México en contra de la guerra", indicó.
Anaya añadió que se debe dar todo el apoyo al representante de México ante el consejo, Adolfo Aguilar Zinser, para que lleve todo el respaldo de los órganos de Estado y de la sociedad en forma integral, y así poder contrarrestar las posibles presiones o chantajes de parte del gobierno estadunidense, tal como lo ha hecho con otros países, como Francia, China y Rusia.
En tanto, el magistrado del Tribunal Interamericano de los Derechos Humanos, Sergio García Ramírez, dijo que lo único que le queda a México, cuando asuma la presidencia del Consejo de Seguridad, es "encomendarse a Dios. Después de que Estados Unidos decidió irse por la libre para atacar a Irak, el respeto a los derechos humanos quedó en cero, al igual que el derecho internacional".
Entrevistado al término de su misa en la Catedral metropolitana, luego que el pasado domingo se ausentó para hacer un viaje a Roma, Rivera Carrera expresó su deseo de que México recurra a ese liderazgo en el Consejo de Seguridad para abrir caminos nuevos que conduzcan a la paz.
El cardenal indicó que con la muerte de decenas de civiles y militares está totalmente demostrado que ésta, como otras guerras, es absurda y sangrienta; la humanidad no la puede seguir tolerando. Agregó que en esta ocasión la crueldad ha sido reflejada por los medios de comunicación, con lo cual se ha tornado también en una guerra sicológica.
Rivera Carrera cuestionó la labor previa a la guerra que hicieron algunos países, y aseguró que este momento no es para condenar a Estados Unidos y las naciones que lo han apoyado en la intervención a Irak. Nadie, dijo, puede lanzar la piedra y decir que la culpa para evitar la guerra sólo fue de lado de Washington y sus aliados, pues una parte de la humanidad tiene responsabilidad.
"Ojalá que México asuma el liderazgo que le corresponde y que sea un constructor de paz; que sea un liderazgo que lleve a armonizar voluntades y detenga estas manos asesinas", señaló el obispo Arizmendi en conferencia de prensa, en la que expresó su deseo de que nuestro país ocupe dignamente el lugar que le corresponde, que aproveche el prestigio que tiene, pero que además no se deje vencer por componendas con Estados Unidos ni amedrentar por amenazas, "sino que seamos una nación firme para defender la paz y la vida de tantas víctimas inocentes que se están destruyendo en Irak".
Arizmendi aseveró que es "escandaloso que se gasten tantos miles de millones de dólares en armamento y destrucción, y que no se destinen a la promoción del desarrollo social de los países más pobres; ese es un pecado estructural que no tiene perdón ante Dios".
En la ciudad de Culiacán, el magistrado García Ramírez presentó una conferencia magistral sobre los derechos humanos en el ámbito internacional. Ahí dijo que cuando la barbarie llega, como lo fue en el caso de la guerra, estos derechos se ven vulnerados. "Estamos viendo muertes constantemente, y no veo la forma de llevar a juicio a quienes han propiciado esta guerra".
Agregó: México (al presidir el Consejo de Seguridad) debe encomendarse a Dios; ojalá que tenga muy buena suerte el embajador Aguilar Zinser. Va a ser muy difícil, porque toma la presidencia de un organismo de por sí muy complicado, en la peor de las circunstancias. Tendría que ser un habilísimo político", subrayó.
Por otra parte, en Zacatecas ya se registran en lo económico y social los efectos de la guerra, ya es que esta entidad, en donde la mitad de los nacidos en ella están en Estados Unidos, ha visto reducida hasta en 25 por ciento las remesas.
CON INFORMACION DE HELIO HENRIQUEZ, DAVID CARRIZALES, JAVIER VALDEZ Y ALFREDO VALADEZ, CORRESPONSALES