Concluye el festival en ese sitio, en medio
de manifestaciones, críticas y demandas
Permanecerá abierto el parque temático
de El Tajín, aun después de la cumbre
ARTURO JIMENEZ ENVIADO
El Tajín, Ver., 22 de marzo. Por primera
vez el polémico parque temático, construido dentro de la
poligonal que delimita y protege la zona arqueológica, continuará
abierto y funcionando después de que hoy concluya la presente edición
de este festival, informó el productor ejecutivo de la Cumbre Tajín,
Gastón Melo.
El funcionario agregó que hasta el momento se han
reservado 30 semanas a partir de octubre para que el parque sea visitado
por estudiantes de escuelas primarias del estado, y señaló
que se espera recibir grupos de entre 300 y 500 personas diarias, de lunes
a viernes.
Se
dio a conocer además que la Secretaría de Educación
y Cultura del estado, el Instituto Veracruzano de Cultura y el Instituto
Nacional Indigenista solicitaron las instalaciones del parque para realizar
reuniones sobre lenguas indígenas y otros temas.
La intención es que el mayor número de personas
posible tenga acceso a las ''tradiciones culinarias, herbolarias, dancísticas
y artísticas de la región'', dijo Melo el viernes, día
en que el gobernador Miguel Alemán asistió al espectáculo
Luz y voces del Tajín y realizó un recorrido por el
parque temático.
Ayer, la concentración de unas 45 mil personas
por el comienzo formal de la primavera dejó ver un fenómeno
poco estudiado pero que pareciera anunciar una especie de ''nueva religión'':
una que ayuda a encontrar "soluciones" concretas, sobre todo de salud,
sin necesidad de liturgias y teologías complejas:
Hacer fila y recibir de un guía ya sea una torcedura
de cuello, una sobada en el cráneo con agua bendita o la limpia
de un pastor ante la pirámide de los Nichos, aderezadas con una
brevísima bendición, y listo.
Lo de "nueva religión" podría justificarse
con elementos observables: profesión de fe, fieles, pastores y grupos
cuyo perfil incluye la consabida exclusión de lo diferente, además
de la necesidad casi dramática de los neofeligreses, la mayoría
de origen humilde, por sentirse parte de algo. Filia a partir de la cual
construyen sus fobias: "¡Qué se vayan!", amagaron, por ejemplo,
a dos periodistas que sólo osaron preguntar el nombre de su gurú.
Aunque otras agrupaciones van más bien en el sentido
de la inclusión, como la del Centro Lashram, dirigida por el "chamán
urbano" Heliodoro Benavides, quien realiza curaciones mediante danzas.
"Las danzas se rescatan y arman mediante ensoñaciones", sostiene,
amable, a la entrada de El Tajín, un profesante oculto tras una
máscara azul.
En tanto, ayer y hoy continuaron las actividades del parque
temático y las exhibiciones del espectáculo multimedia Luz
y voces del Tajín, al que también se cuestiona por presuntas
afectaciones a la zona arqueológica monumental.
La idea base que se adivina en la Cumbre Tajín
vendría a ser: la exposición de "lo tradicional" para su
"consumo cultural" por sectores de clase media provenientes de grandes
centros urbanos en búsqueda de descanso, diversión y la participación
en conciertos masivos y talleres artísticos, artesanales, de bailes
(como danzón o capoeira), así como actividades de sanación,
purificación, gastronómicas y esotéricas.
Y a estas alturas se adivina también a un festival
afanado en captar (y ¿cooptar?) a un público muy preciso:
jóvenes clasemedieros indulgentes y con poder de compra, más
cercanos a las búsquedas snob que a cualquier tipo de custionamiento
político o existencial. ¡Divertirse y chelear! se intuye
así como la consigna más cómoda, y si es en un "ambiente
cultural", ¡mejor!
En fin, mientras ayer concluyó en la comunidad
indígena de El Tajín, vecina a la zona arqueológica
monumental, el primer Festival de la Cultura Totonaca, organizado de manera
alternativa como una forma de protesta, este sábado termina también
la Cumbre Tajín. Luego de sortear, una vez más, críticas,
demandas judiciales y marchas, este festival parece avanzar hacia un proyecto
mayor: crear aquí un gran complejo turístico.