GUERRA CONTRA IRAK
Miles de rusos llevaron petróleo al embajador
de EU a cambio de paz
Advierte Moscú que rechazará legitimar
el devastador ataque de Washington y Londres
Se opone Rusia a que la ONU avale en Irak una administración
bajo control de Bush y Blair
JUAN PABLO DUCH CORRESPONSAL
Moscu, 22 de marzo. En sintonía con la postura
que Francia adelantó ayer, Rusia ofreció estudiar con detenimiento
todos los proyectos de resolución que sean presentados en el Consejo
de Seguridad de la Organización de Naciones Unidas para propiciar
un arreglo en Irak, pero advirtió que va a rechazar todo intento
de legitimar, directa o indirectamente, el devastador ataque lanzado por
Estados Unidos y Gran Bretaña.
Sin la claridad con que lo hizo el presidente francés,
Jacques Chirac, el canciller Igor Ivanov dio a entender que Moscú
también se opone a que el Consejo de Seguridad del organismo mundial
avale, para el periodo posbélico, una administración bajo
control estadunidense y británico, que entra en la enrevesada fórmula
de "pasos subsiguientes que pudieran servir de legitimación de la
guerra", empleada por el ministro ruso.
Ivanov habló hoy ante los miembros del Consejo
de Política Exterior y Defensa, instancia consultiva que reúne
a connotados académicos, políticos y empresarios, quienes
desde su propia perspectiva contribuyen a diseñar la política
exterior de Rusia.
Frente a ese auditorio, el jefe de la diplomacia rusa
subrayó: "Lo que está en juego en este momento no es sólo
el futuro de Irak y hasta de toda una región, aunque esto también
importa tomando en cuenta el papel de Medio Oriente en los asuntos internacionales".
Y,
sin ambages, lanzó su conclusión principal: "De cómo
se solucione esta crisis, depende qué principios servirán
de sustento para la seguridad y, en un sentido más am-plio, para
el orden mundial en los próximos años y tal vez decenios".
Por lo mismo, Ivanov señaló que Rusia no
está interesada en que se consolide en las relaciones internacionales
el precedente de cambio violento del régimen político de
un Estado soberano.
"Es una cuestión esencial, que nada tiene que ver
con nuestra actitud hacia tal o cual régimen, en este caso Bagdad",
aclaró.
Para tranquilidad de los magnates petroleros rusos, el
canciller dedicó parte de su intervención a defender los
intereses económicos de Rusia en Irak.
Dijo que los grandes consorcios rusos "no han hecho nada
ilegal o diferente de lo que hacen empresas de otros países, por
lo cual nuestra presencia económica ahí debe ser respetada
conforme a las normas del derecho internacional".
Molesto el Kremlin por amenaza
Ivanov, al recalcar que Moscú no quiere que sus
discrepancias con Washington en torno a Bagdad afecten la totalidad de
la relación bilateral, se mostró molesto por la exigencia
del Departamento de Estado estadunidense de expulsar a los diplomáticos
iraquíes acreditados en esta capital.
Rusia, según indicó su ministro de Relaciones
Exteriores, solicitó a Estados Unidos que le aclare cuál
es el sustento legal de la extraña exigencia y, a falta de respuesta
todavía, anticipó que no encuentra motivos para cerrar la
embajada de Irak aquí.
De modo extraoficial se comenta que la demanda de Estados
Unidos vino acompañada de la amenaza de desconocer los contratos
que ya tienen firmados los consorcios petroleros rusos en Irak.
Sin confirmar este extremo, Ivanov opinó que estas
exigencias "no son casuales, pretenden sugerir que todo lo que se haya
hecho hasta ahora es ilegal y que la legalidad comenzará con una
nueva administración".
Sostuvo el canciller del Kremlin que la posición
de Rusia respecto de Irak "nunca ha dependido de nuestros intereses económicos
ahí y tampoco hemos negociado con Estados Unidos nada a cambio de
que se respeten esos intereses".
Pero mientras Ivanov asegura que Rusia nunca ha cambiado
política por petróleo, los moscovitas realizaron este sábado
una acción de protesta contra la guerra bajo el lema de "Petróleo
a cambio de paz".
Dos mil personas depositaron, uno a uno, igual número
de galones de petróleo en la puerta misma de la residencia del embajador
estadunidense, Alexandr Vershbow.
Los manifestantes desplegaron una gran manta en la que
se podía leer en ruso y en inglés: "Tomen el petróleo
pero detengan la guerra, por favor".
También se leyó el siguiente texto, que
vale la pena reproducir íntegro: "De ninguna manera queremos que
los estadunidenses pasen frío en sus casas, y que las calles de
Nueva York se llenen de coches parados por falta de gasolina. Pero tampoco
queremos que el bienestar de un país tenga como precio miles de
vidas de gente que tuvo la mala suerte de haber nacido junto a un pozo
petrolero. Proponemos una solución que debe satisfacer a todas las
partes.
"Entendemos que esta cantidad de petróleo puede
ser insuficiente para resolver todos los problemas de Estados Unidos, pero,
con tal de parar la guerra, estamos dispuestos a traer cuanto crudo sea
necesario. Al respecto, estamos abiertos a discutir con el gobierno de
Estados Unidos el volumen de suministros indispensable para detener la
guerra. Todo el petróleo se entregará completamente gratis".
El embajador Vershbow no salió a agradecer el gesto
solidario, pero seguramente tomó nota de quién convocó
la protesta: el movimiento juvenil Vamos juntos, considerado instrumento
al servicio del Kremlin.
Al mismo tiempo, en otro episodio revelador de las tensiones
entre Moscú y Washington, el Ministerio de Defensa ruso de-nunció
que se observa un considerable in-cremento de los vuelos de aviones espías
de Estados Unidos cerca de la frontera rusa.
Hoy mismo, de acuerdo con el coronel Nikolai Deriabin,
portavoz del ministerio, se detectó un avión U-2 que
sobrevolaba el territorio de Georgia a 20 kilómetros de la frontera
con Rusia.
"Para prevenir una posible violación del espacio
aéreo de Rusia se decidió enviar a esa zona dos cazabombarderos",
informó Deriabin a la prensa.