Cerramos la llave a los oligarcas que querían dejar a Venezuela sin dólares, sostiene
El control cambiario garantizará divisas para enderezar la economía: Chávez
El líder de Fedecámaras asegura que la medida será usada "como represión"
DPA, AFP Y REUTERS
Caracas, 6 de febrero. El gobierno del presidente venezolano Hugo Chávez puso en marcha a partir de hoy un control de cambios y de precios a fin de detener la fuga de capitales y tratar de enderezar la deteriorada economía, ante los graves daños causados por 63 días de una huelga general empresarial y del sector petrolero.
En un mensaje a la nación la medianoche del miércoles, el mandatario pidió a los venezolanos vigilar el movimiento de precios de los alimentos, y aseguró que el control de cambios garantizará las divisas para la importación de alimentos y medicinas, el pago de la deuda externa y las remesas al exterior de los inversionistas establecidos en el país.
Al quedar el tipo de cambio único de mil 596/mil 600 bolívares por dólar para la compraventa controlada de divisas, con posibilidades de ajustes necesarios, Chávez reiteró que no habrá "ni un dólar para los golpistas, ni para los terroristas", en alusión a los empresarios y comerciantes que se plegaron a la huelga que concluyó el pasado fin de semana en un fallido intento por derrocarlo.
"Los oligarcas y los golpistas tenían un plan para dejarnos sin dólares. Bueno, les cerramos la llave y a partir de hoy comenzó a funcionar el régimen de control de cambio", señaló.
La medida fue adoptada después de que el bolívar se derrumbó casi 30 por ciento desde el inicio del "paro cívico" del 2 de diciembre, ya que la huelga incrementó las tensiones políticas y desató masivas y nerviosas compras de dólares. El impacto de la fuga de capitales fue inmediato en las reservas internacionales, que cayeron 12 por ciento entre el inicio de la huelga y el 21 de enero, cuando se ubicaron en 10 mil 986 millones de dólares.
La depreciación del bolívar también impactó los precios en una economía altamente dependiente de las importaciones. A la par, el gobierno dejó de percibir unos 4 mil millones de dólares ante el colapso de la vital industria petrolera, cuyos gerentes y trabajadores se sumaron a la huelga contra el chavismo.
En un acto de entrega de títulos de tierras rurales en el occidental estado de Barinas, Chávez explicó que "nadie puede comprar ni un solo dólar en Venezuela sin que esté autorizado por el gobierno revolucionario mediante la Comisión de Administración Cambiaria".
Confió en que "este control de cambio va a producir los resultados esperados. La estrategia es que a medida que los precios del petróleo se mantengan en el nivel justo, que la producción de petróleo llegue a los tres millones de barriles y que las reservas internacionales se recuperen, ir midiendo los impactos y ver los cambios".
Durante la huelga la producción petrolera cayó de 3.2 millones de barriles diarios a unos 150 mil barriles, y ahora el gobierno ha recuperado el bombeo progresivamente con personal sustituto y militar hasta llevarlo a cerca de dos millones de barriles diarios.
El presidente Chávez también anunció un control de precios y servicios decretados de primera necesidad para evitar la especulación, medida que entrará en vigor plenamente en los próximos días.
Se estableció al respecto una larga lista de alimentos, medicinas y otros bienes y de los servicios telefónicos, de electricidad, de agua, de transporte y de alquileres. Todas estas medidas las definió el presidente como un plan estratégico en defensa de los intereses del país y del pueblo tras el ataque de los "golpistas" a la economía nacional.
El control cambiario impuesto por el gobierno venezolano es "absolutamente necesario" debido a que la moneda nacional estaba sufriendo un "embate", y se ha tenido que actuar de "emergencia" afirmó uno de los directores del Banco Central, Domingo Maza Zavala.
Mientras analistas dijeron que el control cambiario puede resultar contraproducente para el gobierno y la economía del país ya que en principio tendrá que surgir un mercado paralelo, los sectores empresariales venezolanos expresaron su rechazo a la medida al quejarse de con esto el gobierno actuará con "discrecionalidad" y buscará "ahogar" a las empresas que se plegaron a la huelga y con ello se destruirá el aparato productivo y se generará corrupción.
El líder de Fedecámaras, Carlos Fernández, el mayor conglomerado empresarial que encabezó la huelga en un intento por echar abajo al gobierno chavista, dijo que el gobierno usará el control de cambio "como represión". Añadió que pareciera que el objetivo de las autoridades es destruir al sector productivo y sustituirlo por importaciones sin aranceles.
La víspera, el gobierno también inició un procedimiento contra Venevisión, el canal del magnate Gustavo Cisneros, que junto con otros cuatro canales opositores afrontan medidas administrativas similares por violaciones a las leyes de comunicación al sumarse a la huelga y abogar abiertamente por la caída de Chávez.
En República Dominicana, el ex presidente estadunidense George Bush se reunió este día con el presidente Hipólito Mejía en una lujosa residencia justamente del empresario de las telecomunicaciones y medios más grandes del mundo, Gustavo Cisneros. Allí el anfitrión condecoró a su visitante con la más alta distinción del país.
El grupo de Cisneros, dueño de una red de 70 compañías en 39 países, obtiene ganancias al año por más de 4 mil millones de dólares, cifra equivalente a la que dejó de percibir Venezuela por la paralización de dos meses de la industria petrolera.