El ejército podría participar en construcción de carreteras

Destinará el BID 12 mil mdd a proyectos del nuevo gobierno brasileño

AFP Y DPA

Brasilia, 8 de enero. El presidente brasileño, Luiz Inacio Lula da Silva, quiere que el ejército participe en la construcción de carreteras, requerimiento que oficializó este miércoles al ministro de Transportes, Anderson Adauto.

"El presidente quiere utilizar, en el esfuerzo de manutención y construcción de nuestro sistema de transportes, el tradicional conocimiento especializado de las fuerzas armadas", divulgó el vocero presidencial, André Singer, al término de la reunión de Lula con su ministro de Transportes.

Las fuerzas armadas podrían participar tanto en labores materiales de obras como en su fiscalización, para mejorar el control de gastos.

Lula pidió que el ministro haga un estudio sobre las posibilidades de participación de los militares y las necesidades de equipar a los 11 batallones de ingeniería y construcción del ejército. La propuesta, añadió Singer, será consultada también con las asociaciones empresariales de la construcción civil.

El ministro de Defensa, José Viegas, indicó hace poco más de una semana que las fuerzas armadas podrán ser utilizadas en los programas sociales del nuevo gobierno de izquierda, concretamente en el principal de lucha contra el hambre en el país de 54 millones de pobres.

"Las fuerzas armadas con seguridad contribuirán al esfuerzo que el gobierno realizará para obtener un grado más elevado de desarrollo social", dijo Viegas en reciente entrevista, en la que aseguró que "sin duda" Lula ya había indicado que quería ayuda militar en el programa de combate al hambre.

La corrupción ha sido uno de los problemas más graves en las obras viales brasileñas, y se calcula que cada kilómetro construido cuesta cuatro o cinco veces más que su valor normal en el mercado.

El mandatario brasileño se negó a entregar el Ministerio de Transportes, encargado de estas obras, a políticos del partido del Movimiento Democrático Brasileño, lo cual le costó la alianza con dicho partido y, por tanto, la mayoría parlamentaria.

Por otro lado, el presidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Enrique Iglesias, confirmó hoy la decisión de destinar 12 mil millones de dólares a proyectos del nuevo gobierno brasileño.

Tras una reunión con el ministro de Hacienda brasileño, Antonio Palocci, Iglesias precisó que 6 mil millones de dólares ya están asegurados y que una cantidad igual será próximamente aprobada por la entidad financiera panamericana.

El presidente del BID admitió que todavía no sabe en qué proyectos se empleará ese dinero, pero aseguró que uno de los programas beneficiados será el de Hambre Cero, promovido por Lula.

Sobre su entrevista con Palocci, Iglesias aseguró: "Me ha parecido muy interesante esa conciliación que está tratando de hacer (el gobierno brasileño) entre una macroeconomía mal administrada y los grandes objetivos de cambios sociales que se persiguen".

Iglesias dijo formar parte de la "corriente optimista" que se diseña tanto en Brasil como en el exterior, y señaló que ese optimismo se está reflejando en los mercados, hoy más confiados con relación a Brasil.

Por su lado, el ministro de Justicia de Brasil, Marcio Thomaz Bastos, prometió hoy que el gobierno estará marcado por una lucha "incansable contra la corrupción".

El funcionario tomó hoy juramento al cargo como director general de la Policía Federal al comisario Paulo Lacerda, quien adquirió notoriedad hace algunos años, cuando encabezó la investigación en torno al asesinato del magnate Paulo César Farías, hombre de confianza del ex presidente Fernando Collor de Mello.

Bastos declaró que las policías Federal de Tránsito y la Secretaría Nacional de Seguridad tendrán que trabajar juntas para combatir al crimen organizado en el país sudamericano.

"Una vez que haya pasado el primer momento de escasez, tendremos que invertir en seguridad pública, que hoy es un bien de primera necesidad para el pueblo brasileño", aseguró el ministro.