Tras bambalinas
Durante las muchas horas muertas que han tenido los diputados locales en estos días, e inclusive en las sesiones recientes, han surgido muchas anécdotas, como el caso del diputado de Convergencia por la Democracia Raúl Nava, quien reclamó a su homólogo del PRD Emilio Serrano que el jefe de Gobierno, Andrés Manuel López Obrador, se refiriera a "los pirruris" del PAN, cuando el procurador fiscal del DF, Eugenio Robles, acudió a la sesión de la Asamblea Legislativa con un reloj "Bulgari, de cerca de 35 mil pesos, y una chamarra Náutica de cuando menos 10 mil".
En tanto, al conocer el comentario del jefe de Gobierno en el sentido de que algunos diputados habían aprobado la madrugada del viernes la Ley de Ingresos en "estado inconveniente", lo que luego secundó la diputada perredista Dione Anguiano, asesores y legisladores recordaron el intercambio de palabras que se dio entre la perredista y el pevemista Arnold Ricalde, cuando la primera abandonaba el salón de plenos a media sesión. "Parecía que le iba a pegar a Arnold, quien ante las acusaciones de que era un ecologista de escritorio, le respondió: cuando quieras vamos a hacer un recorrido por las zonas donde se recibe el agua por tandeo".
Durante la discusión del dictamen del Código Financiero ante el pleno, el presidente de la mesa directiva de la ALDF, el priísta Marco Antonio Michel, ordenó cortar el sonido del micrófono cuando la perredista Clara Brugada hablaba en tribuna. La razón: se había pasado más de un minuto del tiempo que tenía asignado. GABRIELA ROMERO SANCHEZ