Se estrena el 13 de diciembre en nuestro país
Aro Tolbukhin, cinta documental a la que se
le agregó algo de ficción
JUAN JOSE OLIVARES
El próximo 13 de diciembre es el estreno comercial
de la cinta-documental Aro Tolbukhin, en la mente del asesino, que
ya ha pasado por festivales de importancia como el de San Sebastián
(concursó en la sección oficial), así como en muestras
como la Internacional de Cine de la Cineteca Nacional.
Es una coproducción España-México
que fue dirigida por Agustí Villaronga, Lydia Zimmermann e Isaac
P. Racine, y actuada por Daniel Giménez Cacho, Carmen Beato, Zoltan
Jozan y Mariana Castillo.
Sobresale
la fotografía a cargo del experimentado Guillermo Granillo, quien
tiene en su haber como director de foto cintas como El crimen del padre
Amaro, Profundo carmesí, El coronel no tiene quien le escriba, Otilia
Rauda, La perdición de los hombres, Así es la vida y
Cilantro y perejil, entre otros largometrajes.
La cinta es "como un documental al que se le agregó
una ficción. Al final el objetivo es contar una historia real desde
la ficción, por lo que se puede observar material de la realidad
y de la ficción", aseveró el coproductor Gustavo Montiel
Pagés en días previos a la partida de la cinta a San Sebastián.
De hecho, la ligera frontera entre lo documental y la historia ficticia
es tan frágil, que en muchos momentos de los 95 minutos que dura,
no se percibe.
En la mente del asesino se une a cintas de asesinos
seriales, nada más que esta fue obra de la vida real y no de la
imaginación de algún escritor.
Para el actor Daniel Giménez Cacho, esta ha sido
una de las películas más importantes en las que ha participado.
Recordando lo que dijo sobre esta actuación, Giménez Cacho
afirmó: ''como actor, cuando representas a un personaje de la vida
real, siempre se te verán los hilos; tú estás representando
y el otro personaje no representa nada, porque forma parte de la realidad,
y esto es una competencia muy dura para cualquier actor, en la que, por
lo general, salimos perdiendo".
Su personaje poco habla en la cinta. "El reto estaba en
poder decir tantas cosas sin hablar. El modo de trabajar de Agustí
(uno de los realizadores) es de hablar poco, y eso me ayudó a esta
interpretación. La verdad yo me sorprendí de ver el modo
como se ensambló la historia de realidad (documental) con la ficción".
Cabe señalar que la investigación de campo
tuvo que ser realizada hasta por los mismos protagonistas. Carmen Beato
(quien hace de monja), por ejemplo, convivió muchos días
en un hospital de misioneras religiosas del estado de Hidalgo "para saber
su trabajo y acercarme sin prejuicios a estas personas que aman a su prójimo
más que a ellas mismas".
La historia de la película sin duda creará
polémica en el espectador, ya que Tolbukhin es un personaje en el
que contrastan una fuerte y dura personalidad con una gran sensibilidad.
Quizá hasta se pueda dudar si existió una persona con un
alto contenido de bondad y maldad al mismo tiempo.
En 1981 el marino mercante húngaro Aro Tolbukhin
fue detenido en Guatemala por quemar vivas a siete personas en la enfermería
de la Misión del Divino Redentor. Luego de su detención,
confesó además haber asesinado a cinco mujeres y calcinar
sus cadáveres; también se autoinculpó de los asesinatos
de 17 mujeres, todas ellas embarazadas, algo que nunca se comprobó,
por lo cual se sospecha que se atribuyó crímenes que no cometió.
Poco antes de ser ejecutado, fue entrevistado por dos documentalistas franceses.
La experiencia de los directores de Aro Tolbukhin
es que Agustí ha dirigido filmes como Tras el cristal (selección
oficial del festival de Berlín), El niño y la luna, El
mar, El pasajero clandestino; mientras que Lydia tiene en su haber
cortos y videos experimentales como el titulado Wake, e Isaac
por su parte tiene títulos de cortometrajes como No tittle until
the end y Scuba drive.