Carece de apartado económico específico: funcionarios
Implantarán el Programa de Acción para la Infancia y la Adolescencia
ALMA E. MUÑOZ
En busca de minimizar los efectos de la pobreza extrema de 25 millones de niños, el gobierno federal pondrá en marcha el Programa de Acción para la Infancia y la Adolescencia 2002-2010, sin contar con un apartado económico específico. Sólo incluirán lo que en la materia han hecho, por separado, las diversas dependencias, como la aplicación de 8 mil 800 millones de pesos de parte de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedeso).
Con este mecanismo, el Ejecutivo considera que responde al compromiso asumido en mayo pasado, en sesión especial de la Organización de las Naciones Unidas en favor de la infancia.
El presidente Vicente Fox pondrá en marcha este programa, el próximo martes, y su tarea la desarrollarán los integrantes del gabinete de Desarrollo Social y Humano, así como representantes de organizaciones civiles y académicos.
Aunque en la convocatoria se considera a éste, como el inicio para establecer nuevas acciones a favor de los menores lo cierto es que ayer, durante una conferencia de prensa, el subsecretario de Prospectiva, Planeación y Evaluación de la Sedeso, Miguel Székely Pardo, junto con Miguel Angel Lezama, coordinador de asesores del titular de Salud, Julio Frenk, dejaron en claro que no habrá partidas extras, sino que se continuará trabajando con las acciones que hasta hoy han impulsado las dependencias oficales, desde diversos ámbitos para combatir la pobreza en México, donde se incluye a los infantes.
Precisaron que de los temas acordados en Nueva York -maltrato y abandono, conflictos armados, explotación sexual, trabajo infantil, circunstancias especialmente difíciles- resultarán 47 estrategias que ya fueron revisadas y analizadas por un grupo interinstitucional para "detectar las áreas por fortalecer de 2002 a 2010".
Székely apuntó que en México, de acuerdo con los mecanismos de medición de la pobreza, hay 40 millones de personas menores de 18 años, 12 millones de ellos son pobres en materia nutricional, 16 millones no tienen posibilidad de acceder a salud, alimentación y educación, mientras que 25 millones no tienen para cubrir el mínimo de satisfactores sociales. Además, mencionó que la tasa de mortalidad de mujeres indígenas es 58 por ciento más alta que la media nacional y, por tanto, cada una de ellas conlleva tres veces más factores de riesgo durante su embarazo.