Cada año se pierden 600 mil hectáreas de bosque
México, quinto lugar en depredación forestal, señala Cárdenas Jiménez
CAROLINA GOMEZ MENA
México ocupa el quinto lugar a escala global en materia de depredación forestal, pues cada año en promedio se pierden 600 mil hectáreas de bosques y selvas, señaló Alberto Cárdenas Jiménez, director general de la Comisión Nacional Forestal (Conafor), al informar que el jueves fue aprobada por unanimidad en comisiones de la Cámara de Diputados la Ley General de Desarrollo Forestal Sustentable, con la cual se podrá detener la tala ilegal, la descoordinación entre las instituciones ligadas al ramo y la corrupción, así como se establecerán sistemas de control más rígidos y se creará el Fondo Forestal Mexicano.
En conferencia de prensa, el ex gobernador de Jalisco explicó que luego de esta aprobación es muy probable que la próxima semana sea presentada al pleno para luego ser publicada, y agregó que la depredación anual en selvas y bosques equivale a la pérdida de mil bosques de Chapultepec.
Abundó que por causa del abandono en que ha estado por décadas el sector, México no ha podido convertirse en un país exportador de productos forestales, pese a que tiene potencial para hacerlo, pues más de 70 por ciento del territorio tiene vocación forestal. En las actuales condiciones, cada año deben importarse 4 mil 500 millones de dólares en productos madereros.
Mayor certidumbre a la inversión en el sector
Según Cárdenas Jiménez, la nueva regulación también dará mayor certidumbre a la inversión en el sector, por lo cual convertirá a la actividad forestal en una fuente de ingresos permanentes para los 12 millones de mexicanos que habitan en esas regiones. Y esto se logrará mediante el establecimiento de programas mejorados, de sistemas de evaluación de pago de servicios ambientales, de cadenas productivas y de normas acordes a los mercados globales.
Otra de las ventajas que traerá la ley será que pondrá fin al centralismo en la materia, pues le dará a los estados y municipios las atribuciones necesarias y los recursos económicos para que ejerzan acciones de autoridad, tal como se hace con los programas de incendios forestales. Pero esto no deslinda al gobierno de sus responsabilidad en este rubro, ya que deberá trabajar en lo estratégico y en atender los compromisos internacionales.
Después de subrayar que el uso de los recursos forestales es un asunto de seguridad nacional, Cárdenas Jiménez confió en que con el nuevo marco jurídico se logre un desarrollo sustentable, y que además logre incidir en la economía de los más de 5 millones de indígenas que viven de esta actividad y que experimentan serias condiciones de pobreza.