No levantaron Kabah ni los demás invitados
Sólo dos temas prendieron en el concierto de Celia Cruz
ARTURO CRUZ BARCENAS
Desde la conferencia de prensa -efectuada el lunes pasado-, se suscitaron dudas sobre la pertinencia de los artistas que participaron en el homenaje a Celia Cruz, por sus 50 años de trayectoria artística, la noche del viernes 1Ɔ de noviembre, en el Auditorio Nacional. La voz, carisma y talento de Celia no salvaron el concierto y tan sólo las dos últimas piezas lograron que el público se pusiera de pie, bailara y aplaudiera al unísono.
Visiblemente cansada, a pesar de un entusiasmo inicial, la máxima representante de la salsa tuvo que cortar varias veces un recital que ella sola hubiera podido llevar en ascenso. Poco lucieron los jóvenes de Kabah al cantar con Cruz el tema La pachanga.
Uno de los mejores momentos fue cuando interpretó Luna sobre Matanzas. Pero el programa obligaba a oír a la veracruzana Yuri con Burundanga. Subió Aleks Syntek para cantar Oye cómo va, una de las más famosas de la artista, que ya había cosechado vítores con El yerberito.
Daniela Romo la acompañó con Candela. Punto. Siguió Cuando salí de Cuba, una de las más sentidas, nostalgia pura de la isla. Subió Pedro, su esposo por 40 años. Un remanso de ritmo con La negra... tiene tumbao. El único que convenció en el dueto fue Marco Antonio Muñiz, en la versión magistral de Echame a mí la culpa, de Ferrusquilla.
Reservó Celia Guantanamera para el casi final, en el que estuvo acompañada por todos los citados, más el cubano Eduardo Antonio.
El cierre fue con la lógica La vida es un carnaval.