Mitos y verdades del autor de Las nieves
de enero
Mi papá no alentó directamente el uso
de drogas: Adán Chalino
ARTURO CRUZ BARCENAS ENVIADO
Chicago, Illinois. Adán Chalino Sánchez,
hijo de Rosalino (Chalino) Sánchez, uno de los mayores compositores
de narcocorridos y quien fuera hallado muerto en Sinaloa hace una
década, ha seguido los pasos artísticos de su padre e interpreta
las composiciones que lo hicieron famoso, como Las nieves de enero.
Tiene
16 años y es originario de Torrance, California. Comenzó
en la artisteada en 1993, cuando contaba con 9 años de vida. Ya
ha grabado seis discos, el primero a las nueve primaveras. Su más
reciente producción se titula Te vengo a ver. A su corta
edad ya es reconocido como autor de canciones y corridos.
Hizo su debut en vivo en un centro nocturno de Los Angeles
y ha compartido escenarios ante más de 40 mil personas, en plazas
de aquí, Atlanta y California, así como en el norte de México,
sin faltar Sinaloa, la patria chica de su padre.
En entrevista en esta Ciudad de los Vientos, se le recuerda
lo que se comentaba de su papá, que cantaba feo. Respondió:
"El mismo decía que cantaba feo, pero a la gente le gusta. Agregaba
que hay quienes cantan muy bonito, pero no venden, ¿de qué
les sirve tener una voz privilegiada? La gente quiere ver a la gente del
pueblo y sentirse identificada".
-¿Para ti su composición más importante
fue Las nieves de enero?
-Es la más reconocida, sí.
-Muchos han imitado o se han inspirado en tu padre...
-Lupillo Rivera miró mucho, de cerca, la carrera
de mi papá; su padre, Pedro Rivera, era muy amigo de mi papá.
Observó la manera de ser humilde con el público. Eso ha ayudado
a Lupillo y a otros.
-¿Para ti en eso radica la clave del éxito?
-Sí, la verdad no es tanto de la voz, sino del
estilo y la forma de ser.
-¿Qué opinas sobre la prohibición
de difundir en la radio los narcocorridos, en México, pues
aquí se transmiten y no pasa nada?
-La música es una forma de expresión y el
narcocorrido y el corrido en general es una forma de correr la noticia,
de correr la voz. El corrido nunca se va a poder parar. A mí no
me gusta que alguien se ofenda con mi música. Mi padre en sus composiciones
no alentó lo de las drogas, directamente, no lo mienta mucho. Usa
el doble sentido, la entrelínea, para que a un niño no le
afecte.
La tumba de Chalino Sánchez se halla en un rancho
llamado Los Vasitos, en Culiacán, Sinaloa, a donde, dice su hijo,
"pasa la gente y le limpia su losa".