Presentan el libro del narrador y abren exposición homónima en Bellas Artes
Del Paso, escritor y dibujante por vez primera en Castillos en el aire
Los sueños donde la realidad se transforma en una lógica onírica, no los puedo llevar a la palabra ni a la imagen, deplora Rinde homenaje al pintor Maurits Cornelis Escher
ANGEL VARGAS
Fernando del Paso no es escritor ni dibujante de sueños. Incluso su obra más surrealista en cualquiera de esas dos disciplinas es producto del estado de vigilia y debe pasar por un proceso de selección y raciocinio detallado.
Esto responde, explica el autor, a que sus imágenes y vivencias oníricas ''son intraducibles" y por ello imposibles de contar o reproducir mediante el arte o cualquier otro medio.
Además de que conforme transcurre el tiempo y la edad de las personas es más avanzada, ''sucede algo terrible: la capacidad de recordar lo soñado se va perdiendo", agrega.
El surrealismo no ha muerto
El escritor y pintor, nacido en la ciudad de México en 1935, acaba de publicar su libro Castillos en el aire, de corte surrealista, en el que por medio de la prosa poética y el dibujo en tinta china aborda parte de ese universo de ilusiones y esperanzas vanas que se gestan en el alma y la sique humana.
Esta obra reviste especial significado para la trayectoria de Del Paso porque en ella invirtió dos décadas, de los albores de los años ochenta a 2001; pero también porque ''ésta es la única vez que han corrido más o menos de manera paralela" sus oficios de escritor y artista plástico.
El volumen, editado por el Fondo de Cultura Económica, consta de 46 páginas y en él, además del texto poético, se reproduce una selección de 20 de los 30 dibujos que integran la serie Castillos en el aire, mediante la cual rinde homenaje al pintor Maurits Cornelis Escher, famoso por obras cuya construcción se basa en ilusiones ópticas.
(El libro se presenta hoy en la sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes a las 19 horas. Al concluir el acto, en ese recinto, pero en la sala Adamo Boari, se inaugurará una exposición integrada por dicha serie.)
Con ese motivo, sostenemos una charla con el autor del poemario Sonetos de lo diario y de las novelas José Trigo, Palinuro de México y Noticias del Imperio.
-ƑCómo se da en usted esa interrelación entre literatura y artes plásticas?
-No soy un caso exclusivo. Hay varios ejemplos de ello en México, pero también en la literatura occidental, cuando menos en los últimos 300 años. Quizá William Blake es el caso perfecto, porque era gran poeta y gran dibujante; están también los casos de Edgar Allan Poe, las tres hermanas Brontë, Víctor Hugo, Henry Miller y desde luego Jack Couto, Federico García Lorca, Günter Grass y Ernesto Sábato, entre otros escritores.
''Pero también ha habido pintores y artistas plásticos en general que se han revelado como muy buenos escritores. Es el caso de Salvador Dalí; algo más cercano a nosotros, de Felipe Ehrenberg, José Luis Cuevas y Leonora Carrington, que escriben muy bien.
''La escritura y la pintura son vocaciones que por alguna circunstancia se han dado a veces en una sola persona, aunque una de las dos es la que predomina. Por eso se dice escritor que pinta o pintor que escribe. Sin embargo no existe relación directa entre ambas, ni tiene por qué haberla. Las únicas ocasiones en la historia de los últimos 500 años de occidente que han corrido parejas fue en el romanticismo y, sobre todo, en el surrealismo. Este último movimiento es uno de los fenómenos mas interesantes que se dieron en el siglo pasado y se sigue presentando; el surrealismo no ha muerto.
''Quizá en mi obra, ésta es la única vez que la escritura y el dibujo han corrido más o menos de forma paralela. Como dije antes, una de las dos vocaciones es la dominante y muchas veces he dejado de dibujar para acabar un escrito, pero nunca he dejado de escribir para acabar un dibujo.
Fluir libre de la conciencia
-ƑPor qué dejó transcurrir tanto tiempo para concretar este libro?
-Precisamente por lo que dije antes: me urgía terminar Noticias del Imperio, había abandonado esa novela por dos o tres meses y no soportaba ya la presión.
''Había hecho unos 12 o 13 castillos en los años ochenta y de pronto consideré completa la serie. Como no estoy cotizado en el mercado como dibujante, tengo la libertad necesaria. Entonces decidí reposar tanto tiempo este libro, porque de pronto me cansaba de esa acción, de ese divertimento, en el mejor sentido de la palabra, de diversificar, de desviarse de algo. Cuando me rencontré con los dibujos, decidí continuar la serie, pero de nuevo la interrumpí hasta 2001, cuando finalmente la culminé.
-ƑQué gestó primero, el texto o los dibujos?
-Primero fueron los dibujos, pero al mismo tiempo hacía ya experimentos de escritura automática a gran velocidad, que es surrealismo puro: el fluir libre de la conciencia. De cierta forma nacieron al mismo tiempo, pero se desarrollaron de manera distinta. El texto está muy expurgado, porque es selectivo; los castillos no. Como es evidente, creo, ni los castillos ilustran al texto ni viceversa. Son dos entidades que corren o que están allí en el aire de las páginas, coexistiendo en forma paralela.
''El homenaje a Escher no fue algo premeditado, sino que nació en el camino. Aunque no es muy estrecha la relación entre mis dibujos y su obra, pues las irrealidades reales con las que él dibujaba son muy distintas a las que hago; empero sí se advierte un espíritu. En mis dibujos hay una terapia, definitivamente, porque son trabajos de enorme minuciosidad, en los que se usan varios puntos.
-ƑRefleja usted su vida onírica en este libro?
-Tanto como vida onírica, no, porque mis sueños son totalmente intraducibles, los que más me interesan, no los más obvios, como andar desnudo en la calle o haciendo una necesidad delante de la gente; esos son los más elementales. Los sueños surrealistas, los sueños en que las cosas son y no al mismo tiempo, donde la realidad se transforma en una lógica totalmente onírica, ésos no los puedo llevar a la palabra ni a la imagen.
Ni éxtasis ni rito
-Entonces, Ƒsu escritura la hace mediante un proceso de trance o de estado alterado?
-Sí, naturalmente. Cuesta trabajo lograrlo y lo que sí puedo decir es que el alcohol y la droga no sirven para eso. Es decir, los poetas malditos, los que se drogaban y emborrachaban, eran grandes a pesar del alcohol.
''La única preparación previa a la escritura que tengo ha sido leer poesía y escuchar música.
''No hay un éxtasis ni algún rito, es algo muy material y concreto. Sobre todo ahora que el proceso de la escritura, con el uso de la computadora, se ha materializado más todavía.
''Aunque la poesía no la escribo en computadora, todavía tengo que hacerla a mano, porque de otra forma no me sale, quizá porque en esa máquina interviene un mundo aún desconocido, además de ser una herramienta muy fría.''