Queman normalistas un vehículo policial
y un autobús; liberaron dos pipas de gas
Se exacerban los ánimos en Amilcingo
Siete alumnas están desaparecidas 700 efectivos
rodean la normal rural Habría 65 patrullas retenidas Arriban
contingentes de Atenco y del CGH El diálogo, ausente
LA JORNADA MORELOS
Temoac, Mor., 24 de mayo. En medio de un cerco
de más de 700 elementos policiacos y de una campaña mediática
que las considera "delincuentes", las normalistas de Amilcingo decidieron,
como muestra de apertura, "liberar" las dos pipas de gas que tenían
en su poder, pero tras un nuevo rechazo al diálogo por parte del
secretario de Gobierno, Eduardo Becerra Pérez, quemaron otra patrulla
en las afueras de la Normal y un autobús, y denunciaron la desaparición
de al menos siete de sus compañeras, al tiempo que llegaba una comisión
de habitantes del municipio mexiquense de San Salvador Atenco a expresarles
su solidaridad, así como un contingente del capitalino Consejo General
de Huelga (CGH) de la UNAM.
El gobierno estatal insiste, en un mensaje que se repite
cada media hora en las estaciones de radio locales, en que los policías
que se mantienen en las inmediaciones del pueblo son "para resguardar la
seguridad de la población y de las unidades que se encuentran en
su poder". También llama al diálogo a las normalistas y pide
"comprensión" a los morelenses.
Las alumnas se mantienen en paro porque el gobierno estatal
se niega a conceder, entre otras peticiones, un incremento en la matrícula
de nuevo ingreso. El punto que ha generado el conflicto es que el gobierno
estatal sólo ofrece 42 becas a alumnas nuevas de una solicitud de
105.
El
líder estatal del PRD, Graco Ramírez Garrido, demandó
la inmediata presentación de las normalistas desaparecidas, y exigió
que se frene el hostigamiento policiaco y se retire el "estado de sitio"
que desde hace 72 horas se ha impuesto en torno de la escuela.
En el duodécimo día de protesta, las alumnas
denunciaron que al menos siete normalistas están desaparecidas luego
de que por la mañana, camino a Cuautla, donde realizarían
una "comisión", fueron interceptados presumiblemente por efectivos
de la Policía Federal Preventiva, quienes habrían detenido
a las estudiantes sin que hasta el momento se sepa su paradero.
Al mediodía, las alumnas iniciaron contacto vía
telefónica con Becerra Pérez, con el propósito de
acordar los términos de un encuentro que derivara en una solución
al conflicto, pero no se alcanzó acuerdo. Frente a varios medios
de comunicación, miembros de la comisión de negociación
expresaron al funcionario que estaban mostrando su disposición al
diálogo al liberar dos pipas de gas LP de 45 mil litros, las cuales
salieron de la escuela conducidas por sus respectivos choferes. Indicaron
que ya habían permitido también la salida de medicamentos
y químicos retenidos en algunas unidades.
Ante cientos de habitantes de Amilcingo que se reunieron
al llamado de las campanas de la iglesia del pueblo, las estudiantes apoyadas
por alumnos de 15 normales rurales pertenecientes a la Federación
de Estudiantes Campesinos Socialistas de México (FECSM), sacaron
una patrulla de la Policía Preventiva Estatal y la incendiaron mientras
lanzaban consignas y sostenían que esta era la respuesta a "la cerrazón
de la autoridad".
Karla Ramírez, vocera de las normalistas, señaló
que esta acción se seguirá repitiendo con otras unidades
que mantienen secuestradas, cuyo número ascendería a 60,
"hasta que no recibamos una respuesta positiva de nuestras autoridades".
Poco después, una comisión del municipio
mexiquense de San Salvador Atenco arribó y, machete en mano y gritando
consignas, ofreció su respaldo a las estudiantes. "Aquí estaremos
el tiempo que sea necesario y para lo que sea necesario", indicó
Ignacio del Valle Medina, quien agregó que los estudiantes, al igual
que los campesinos, están dando una lección de lucha y resistencia
contra los embates del gobierno.
Con los ánimos exacerbados, hombres y mujeres de
la comunidad también expresaron su intención de mantener
un cordón de protección alrededor de la escuela, para lo
cual bloquearon con piedras los accesos por los pueblos de Jantetelco y
Amilcingo. "Esta escuela nos costó sangre, y con sangre la vamos
a defender", afirmaron.
Por la tarde, y sin mayores avances en la negociación
de un punto de reunión, Karla Ramírez señaló
que fueron informados de la detención de 16 estudiantes que habían
salido de la escuela, y que desconocían su paradero.
El presidente del Partido de la Revolución Democrática
(PRD) en Morelos, condenó las amenazas del gobernador panista Sergio
Estrada Cajigal de catear la Normal Rural de Amilcingo, tras considerar
que judicializar el conflicto sería solamente justificar la represión
contra campesinos, indígenas (padres de familia) y alumnos que se
encuentran en custodia de su escuela.
Ramírez lamentó que hasta el momento la
Comisión Estatal de los Derechos Humanos (CEDH), no haya hecho presencia
en este conflicto para testimoniar cualquier acción contra las normalistas,
por lo que solicitó que el Congreso local intervenga para iniciar
un diálogo que el Ejecutivo se ha negado a entablar.
El gobernador Sergio Estrada Cajigal instó a las
estudiantes a abandonar radicalismos y así poder llegar a un acuerdo,
en el contexto de un mensaje radial difundido en todo el estado.
Dijo que la escuela, creada en 1974 para la formación
de maestros rurales, recibe un presupuesto de 104 mil pesos para alimentos,
manutención y gastos escolares de cada alumna, totalizando 58 millones
de pesos anuales. Por eso, apuntó, es una pena que quienes se preparan
con los recursos del pueblo atenten contra la sociedad y las instituciones.
Precisó que ha actuado con prudencia y ha mostrado
una apertura permanente al diálogo y la negociación, no hemos
obtenido respuesta, por el contrario, dicen aceptar las pláticas
para luego cambiar sus peticiones y volverlas imposibles.
Pese a los actos vandálicos de las normalistas,
hemos evitado la intervención policial, porque no caeremos en la
tentación de las provocaciones, agregó.
Sin embargo, aclaró, también estamos obligados
a salvaguardar la seguridad personal y de los bienes de la población;
tengan la seguridad de que así lo haremos.