Gustavo Leal F.
Mínimo recuento de usos sanitarios
De visita en la Universidad Panamericana, Marta Sahagún
confesó que "opina, se preocupa y ocupa de las actividades y decisiones
de su esposo, el presidente Vicente Fox", y agregó: "Diría
una mentirilla si dijera que no estoy informada, que no me involucro, que
no comparto, que me es indiferente".
Pero lo cierto es que no sólo se "involucra": también
"ocupa" los espacios de que dispone la administración pública.
Los usa por sí misma o amparada bajo la curiosa modalidad "filantrópica
complementaria" que el foxismo pretende inaugurar por medio de la extravagante
fundación Vamos México; "no es mi juguetito por cinco años,
es mi compromiso para toda la vida", aclaró.
Ese es el caso de la Secretaría de Salud (Ssa).
Baste considerar que tan sólo en los últimos meses, Sahagún
ha "participado" en las siguientes acciones: el 21 de febrero (en Cuautla
y Aguascalientes) puso en marcha el programa Arranque Parejo en la Vida,
de ambas entidades; el primero de marzo, al iniciar la Colecta Nacional
2002 de la Cruz Roja Mexicana, hizo votos por que el santo Juan Diego -en
cuanto sea canonizado- le "conceda un milagro: que los mexicanos aprendan
a dar a los demás"; el 4 de marzo, más de 300 pacientes del
hospital Magdalena de las Salinas solicitaron su intervención ante
la "inminente cancelación del servicio de tumores óseos";
el Día Internacional de la Mujer declaró que "ya es tiempo
de asegurarles la posibilidad de disfrutar y aprovechar cada ciclo de su
vida"; el 22 de marzo, aprovechando la Conferencia Internacional sobre
la Financiación para el Desarrollo, celebrada en Monterrey, presentó
el programa Arranque Parejo en la Vida, de la Ssa.
El 2 de abril presidió, en Tuxtla Gutiérrez,
la entrega formal de los planes municipales de salud y la instalación
de los comités municipales contra las adicciones; el 24 de abril
inauguró el segundo festival infantil en el Hospital Infantil de
México Federico Gómez, y al rendir el primer informe de labores
de su fundación comunicó que obtuvo 150 millones de pesos
para donación de equipo médico; el 25 de abril visitó
el área infantil de pacientes diabéticos en el Hospital General
de México; el 30 de abril, al presentar el programa intersectorial
de educación saludable, Fox obsequió a la escuela primaria
Aquiles Serdán un "taller de computadoras", aclarando que "no son
donadas por el gobierno: las va a mandar la señora Marta, son de
la fundación Vamos México"; el 5 de mayo Guido Belsasso,
comisionado nacional contra las adicciones, calificó de "ejemplar"
el proyecto mexicano dirigido a conformar una Coalición Nacional
de Redes Sociales para la Atención de las Adicciones en cada una
de las entidades federativas, bajo "el liderazgo de la fundación
Vamos México".
Pero mientras Marta Sahagún "representaba" a Fox
en la toma de posesión de Abel Pacheco, nuevo presidente de Costa
Rica, desde Nueva York Per Engebak, director regional para América
Latina del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), lo exhortó
a que formule sus metas para la superación de la mortalidad infantil
y materna, entre otros pendientes: "ojalá que como ocurrió
con las administraciones de la década anterior, México cumpla
con la integración de su plan en el curso de este año, pues
entendemos que existe el compromiso del gobierno de Fox con los niños
y los adolescentes". Este es el asunto "más urgente" en la materia
que debería resolver el país, concluyó.
Y es que, de acuerdo con el reporte que Unicef presentara
a Kofi Annan, antes de cumplir cinco años de edad mueren en México
33 de cada mil niños. La cifra duplica lo que ocurre en Chile, Costa
Rica y Uruguay, y es tres veces mayor a la tasa de mortalidad infantil
cubana.
Pero, apenas unos días después, ahora en
Barcelona, Sahagún no dudó en sostener que la "prioridad
mexicana" hay que situarla en el "área de la salud", reduciendo
la "mortandad en el parto" y la "alta tasa de mortalidad infantil".
Lamentablemente las políticas sociales del foxismo
dramatizan su lucha "contra la pobreza" y muy poco aluden a la desigualdad.
Para decirlo con Ruth Richardson, ex ministra de Nueva Zelanda: el desempeño
de un país depende de la calidad de su gobierno y la calidad de
sus políticas públicas.
¿Quién es el responsable de los usos de
Marta Sahagún? Directamente el presidente Fox, indirecta y muy interesadamente,
por supuesto que el ubicuo titular del ramo, Julio Frenk. El electorado
de 2003 les dictará su primera sentencia.