Critica comentarios del cardenal Rivera
Carrera
Señora directora: El cardenal Norberto Rivera
Carrera afirmó (La Jornada, 16 febrero, pág. 42) que
los egresados de los sistemas laicos de educación "dejan mucho que
desear con su conducta moral y corrupta en su vida y en la sociedad", y
que aunque "el hombre puede organizar la Tierra sin Dios (...), sin Dios
no puede menos que organizarla contra el hombre". Tal parece que, según
el cardenal Rivera, sólo hay moralidad entre los católicos
y sólo hay inmoralidad entre los laicos.
La noticia de primera plana del día siguiente,
acerca de cómo un arzobispo estadunidense encubre a curas pederastas,
es un excelente argumento en contra de esa postura. He ahí un buen
ejemplo de hombres "con Dios" que organizan la Tierra contra el hombre,
peor aún, contra niños. No, señor Rivera, así
como hay católicos y no católicos con alto sentido de la
moralidad, también hay católicos y no católicos inmorales
y corruptos.
La vía que los padres escogemos para que nuestros
hijos aprendan lo que nos parece moralmente correcto no tiene que ver con
la injerencia de la Iglesia en su educación escolar, sino con el
ejemplo y la comunicación que establezcamos con ellos. Por lo tanto,
la educación, al menos la que imparta el Estado, debe ser laica.
Silvia Alatorre
Alfabetizadores censuran ciberestrategia del
INEA
Señora directora: No fue una noticia propiamente
dicha la que nos alarmó el 11 de febrero en La Jornada; los
datos crudos son claros: 32.5 millones de adultos en situación de
rezago educativo; el reto es resolverla. Y eso es tan sólo lo que
reconoce el gobierno. Lo verdaderamente aterrador son las declaraciones
del encargado de solucionar el problema.
En la entrevista con el encargado del INEA, el señor
Ramón de la Peña, se deja entrever la falta de conocimiento
del problema o de interés en resolverlo, o el grado de inteligencia
del señor. Parece que en sus 12 años de ciberpreparación
se le olvidó conocer la realidad. Haremos sólo unos señalamientos
para destacar lo espeluznante y reflexionaremos un poco sobre sus declaraciones:
"Son necesarios 30 años para atender a 32.5 millones
de adultos rezagados". ¡30 años! Experiencias en Latinoamérica
muestran que es posible resolver el problema en menos de 5 años
(menos de un sexenio) y sin computadoras. En 30 años algunos de
los adultos rezagados tendrán unos 50, y otros habrán muerto.
Los que estén vivos habrán estado tal vez la mitad de su
vida sin el placer de la lectura y la escritura, que no sólo son
herramientas, son derechos. A los que hayan muerto, les mandaremos sus
esquelas por e-mail.
"Queremos emplear la mercadotecnia educativa para que
los adultos acudan a nuestras plazas." Para él, el problema es que
los analfabetas no quieren ir a los centros de educación. Habría
que ponerles resbaladillas, columpios y computadoras, eso no falla (véase
McDonald's).
El director del INEA supone que un campesino que despertó
a las 5 de la mañana, dio de comer a sus animales, caminó
dos horas para llegar a su lugar de trabajo, laboró como bestia
(como ellos mismos lo describen) más de ocho horas bajo el sol,
cosechando o trepado en un árbol de la sierra recolectando pimienta,
malcomió, regresó a su casa para encontrarla sin agua, sin
luz, sin piso y con el techo destruido, con los hijos descalzos y llenos
de lombrices, con reumas y sin medicina, luego de encontrarse con la postal
de miseria en la que vive, ¿caminará más de quién
sabe cuántas horas hasta la cabecera municipal donde posiblemente
haya una plaza comunitaria, para visitar el Louvre, o quizá ver
algún video de Backstreet Boys?
Para acabar con el analfabetismo: crear unas dos mil plazas
comunitarias, ¡y luego veinte mil! ¿Qué son las plazas
comunitarias? Parece que lo mismo que un salón. Sólo que
en este salón hay computadoras. Así se evitará que
los analfabetas tengan que leer en los tediosos libros, podrán cha-tear
con franceses y alemanes, y hasta tener cibersexo.
Otra maravillosa afirmación que deja ver claramente
su preparación es la siguiente: "No tenemos una evaluación,
pero está llegando el doble de gente que antes." Es decir, que año
y pico no ha sido suficiente para que se pase lista en los cibersalones
controlados por un campeón.
"Queremos atender a 3 millones de la población
y darles sus certificados de secundaria." Como si se tratara de otorgar
grados sin ton ni son, y no de que los adultos adquieran hábitos
como el de la lectura. Hay que ver la gran cantidad de adultos a los que
el INEA ha entregado certificado y no saben siquiera leerlo.
"Las computadoras hay que utilizarlas inteligentemente."
Los lápices, libros, teléfonos, también, y qué
decir de los cargos públicos, pero es inútil, lo que natura
no da, Salamanca no concede.
"Es una forma de ayudar a regiones como la de Acteal,
Chiapas, donde tienen cuatro barreras para el desarrollo: la salud, el
deterioro del ambiente, la ignorancia y la pobreza." Las personas que no
saben leer ni escribir no son ignorantes, entenderlas así es casi
como suponerlas tontas, hecho que sí es tonto. Además, no
se trata de "ayudar" sino de comprometerse con ellos.
Las declaraciones del director nos hacen recordar un fenómeno
dentro del analfabetismo: el analfabetismo funcional, sólo que a
un nivel digno del gobierno foxista: cibernético.
Pável Ramírez, Eduardo Gazol, Jorge Pedrajo,
Tania Ramírez y Edgar Vázquez, alfabetizadores con más
de 10 años de experiencia
"Debemos cuidarnos de los policías", lamenta
Señora directora: He seguido la discusión
sobre la designación del nuevo secretario de Seguridad Pública
del DF y sólo quiero externar mi opinión que, también,
es una forma de manifestar mi ira y mi impotencia.
La madrugada del 16 de febrero, mi hijo de 16 años
y dos amigos, los tres preparatorianos, fueron víctimas de un asalto
con violencia perpetrado por los tripulantes de la patrulla 18040 de la
delegación Benito Juárez, uno de ellos de nombre Gustavo
Lujo Olivera. Desde niña me enseñaron que de los primeros
que habría que cuidarse era de los miembros de los cuerpos policiacos.
Hoy, como mamá de dos adolescentes, me veo transmitiéndoles
la misma recomendación, lo cual resulta lamentable.
Los tres muchachos fueron amenazados, intimidados, violentados
y, finalmente, despojados de objetos personales (por ejemplo, de su mochila
escolar). Por supuesto, no acudiré a levantar una denuncia formal
contra estos dos miserables, fundamentalmente por temor a exponer a mi
familia a futuras represalias no sólo de ellos sino de la institución
y mafias que representan. Por cierto, los hago responsables de cualquier
cosa que les ocurra a los muchachos.
Mi impotencia crece cuando me descubro agradeciendo que
"no pasó a mayores". A pesar de mi escepticismo, ojalá que
la persona que designe el jefe de Gobierno tenga la capacidad y cuente
con todo el apoyo federal para enfrentar la gran tarea que tiene por delante.
Cristina Híjar González
Rechazan convocatoria para formar la CECU
Señora directora: Quienes firmamos esta
carta, académicos de diversas dependencias de la UNAM, preocupados
por el curso de los acontecimientos para la realización del Congreso
Universitario, queremos manifestar nuestra oposición al reciente
llamado a la integración de la comisión que lo organizará
(CECU), que se fundamenta en las siguientes consideraciones:
Resulta un procedimiento que invierte el orden en el que
un congreso de esta naturaleza debería desarrollarse, pues en vez
de llamarse a la discusión de fondo sobre los temas y los procedimientos
académicos sobre los cuales debe versar la reforma universitaria,
se limita a ser una convocatoria burocrático-administrativa de elección
de "representantes" a una comisión sin ningún contenido ni
mandato de la comunidad universitaria.
La propia CECU carecerá de soberanía desde
el momento mismo en que 40 por ciento de la misma estará integrada
por miembros del Consejo Universitario, que además avalará
los acuerdos de la CECU.
La comunidad de estudiantes y académicos no será
la que democráticamente decida quiénes serán sus representantes
en la CECU. A fin de cuentas será en una tómbola (eufemísticamente
denominada "insaculación") en la que se decidirá a sus integrantes.
Será una instancia en la que las autoridades universitarias
estarán sobrerrepresentadas, en detrimento de la representación
de los sectores que verdaderamente integran a la comunidad, es decir: estudiantes,
académicos y trabajadores.
La participación de egresados en la CECU contraviene
la legislación universitaria. El reglamento sobre la Participación
y Colaboración de los Egresados de la UNAM establece: "En ningún
caso, la participación y colaboración de los egresados o
de sus organizaciones podrán interferir en la organización,
funcionamiento, dirección y normatividad de la institución".
(Capitulo IV, Artículo 13.) El interés de las autoridades
universitarias en la participación de los egresados parece responder
a una estrategia para obtener respaldo para su proyecto de reforma
Por estas razones, además de oponernos a la convocatoria
para la integración de la CECU, no participaremos en su proceso
de integración y llamamos a toda la comunidad universitaria a actuar
con la responsabilidad que le debe corresponder y ponderar su participación
en todo este procedimiento.
Colegio de académicos del plantel Sur del CCH,
Colegio Académico de la Prepa 5, Antonio Moisén, Ignacio
Hernández, Enrique Martínez Rojas, Carlos Andrade, Ana Esther
Ceceña, Javier Villegas, Mariano Cruz y 14 firmas más