ASTILLERO

Julio Hernández López

GRAN CLARIVIDENCIA HA demostrado el cardenal Norberto Rivera Carrera al anunciar ayer que "a los ciudadanos les ha dado una gran alegría" que las "diferencias" entre Vicente Fox y Manuel López Obrador, a propósito del nombramiento del nuevo secretario de Seguridad Pública, "se arreglen por el diálogo, como se deben arreglar todos los asuntos: es una grande alegría que han dado los gobernantes a la ciudadanía".

SIMILARES DOTES PROFETICAS muestra el jefe de la Iglesia católica mexicana respecto a las reuniones de cardenales, denominadas consistorios, que encabezadas por el Papa sirven para que éste tome, junto con los purpurados, decisiones trascendentes. Al arzobispo primado de México no le ha parecido nunca importante ni necesario asistir a una sola de las solemnes sesiones a las que el Papa lo ha convocado, y en el mejor estilo político de su Durango natal (que gobierna un sacro especialista del PRI en alquimia electoral: Angel Sergio Guerrero Mier), ha preferido siempre el uso de un recurso políticamente infalible: enviar su voto escrito con toda anticipación, sean cuales fueren las eventuales discusiones o novedades que pudieran surgir en el curso de los mencionados consistorios. Esa cómoda postura no variará ni siquiera este día 26, cuando los cardenales y Juan Pablo II se reúnan en Roma para formalizar la elevación a la máxima categoría del beato Juan Diego.

MENOS PRECISA PODRIA resultar la profecía norbertina referida a los arreglos entre el Presidente de la República y el jefe del Gobierno capitalino. Según Andrés Manuel López Obrador ha dicho ante reporteros, llegará hoy, a las 10 de la mañana, a su reunión con el mandatario nacional, a emprender la difícil tarea de demostrar que "hasta las piedras pueden cambiar de opinión". Dicha hipótesis político-geológica tiene, además, la poco científica peculiaridad de que, según su tropical emitente, sólo funcionaría en dirección del interlocutor deseado (el presidente Fox, en la especie), pero no para el propio declarante que, por supuesto, no se considera materia pétrea en condiciones de mutar.

OTRO DATO IMPORTANTE para poner en duda la versión cardenalicia de la "grande alegría" que estaría embargando al pueblo entero por las bodas reales presuntamente concertadas, sería el tono profundamente dolido que al jefe del Gobierno capitalino se le habría escapado -pues había advertido en rueda de prensa matutina que no tocaría el tema que acabó abordando en un acto vecinal- este sábado reciente, cuando habló de una especie de complot organizado en su contra para hacerlo ver mal y generar "este ambiente de desgobierno, de desbordamiento en la inseguridad, para que vinieran los robocops, los salvadores a poner orden". En palabras que un sicólogo podrá clasificar de mejor manera que esta sección a la que le gusta ver Blade Runner y no necesariamente Las obras completas de Pepe el Toro, López Obrador dijo: "No somos más, pero tampoco somos menos que nadie. Eso tiene que quedar muy claro". Pobres, pero decentes. Chiquitos, pero picosos.

Y, LUEGO, EL emparentamiento conceptual con otros políticos destacados que dividen al mundo en buenos y malos, colocándose ellos, desde luego, en el lado de los que teóricamente deberían ganar al final de la película. Declaró ese sábado el ayatola del Zócalo -el otro es de Los Pinos, pues casi no va a las oficinas formales, acomedido más al confort residencial-: "Los perversos siempre terminan por ser desenmascarados", pues de inmediato se manifiesta que sólo quieren satisfacer ambiciones personales.

SIN GRAN ENMASCARAMIENTO, el presidente Fox ha ido avanzando en la toma de posiciones respecto al tema de la seguridad pública chilanga. Ayer, luego que Andrés Manuel se declarara por la mañana en receso periodístico respecto al encuentro que tendrá hoy con el guanajuatense, éste lanzó un comunicado que, a juicio de fuentes confidenciales que el columnista tiene en el santo oficio de la política mexicana, podría ser considerado perverso. "A juicio del primer mandatario, la problemática de seguridad pública de la ciudad de México requiere un plan con visión estratégitica, líneas de acción y metas específicas, así como de una relación de respeto, confianza y colaboración con el gobierno del Distrito Federal, y en particular con el jefe del Gobierno". Enseguida, agregó la palabra foxiana hecha boletín: "sólo en un marco de plena coordinación se podrán atender con efectividad las justas demandas de seguridad de los habitantes del Distrito Federal".

LA CONFESA INTENCION presidencial de comer pejelagarto sazonado con polvos de tolete fue acompañada de un peculiar y vertiginoso repunte de la popularidad del ciudadano presidente en la ciudad de México, según dicen no las encuestas ajenas, sino los boletines propios. Comparta el nada perverso lector lo que dio a conocer ayer Los Pinos en su comunicado 020217-02, en el que se reseñan, como en sección de sociales, las actividades de la pareja del poder durante un domingo cualquiera: Marta y Vicente, pues, oyeron misa en Coyoacán, en la iglesia de San Juan Bautista, y al final "fueron saludados por cientos de personas que se encontraban en el atrio del templo". Luego de recorrer el Museo Frida Kahlo -el boletín no específica si a juicio de la presidencia tal nombre corresponde a una pintora o a una marca de ropa neoyorquina- pasaron a comer a Tlalpan, al restaurante Arroyo, "donde saludaron a los comensales, algunos de los cuales brindaron aplausos a su arribo" (es decir, según entiende esta columna gramaticalmente mamila, los comensales aplaudieron al arribo, no a la pareja, pues de haber sido a ésta se hubiera dicho "algunos de los cuales les brindaron aplausos a su arribo"). Pero no fue todo lo que dice el Hola casero: "La familia Fox comió barbacoa, carnitas y mixiote, y el mariachi del lugar les dedicó la canción Caminos de Guanajuato. Al salir, el propietario de Arroyo les regaló una canasta de dulces mexicanos" (ya no dice el boletín si algunos de los comensales "brindaron aplausos" a su retiro, tampoco dice si toda esta alegre gira capitalina fue para afianzar la pelea contra el gobierno perredista o solamente para dejar de ir al San Cristóbal afeado por ejidatarios exigentes de que la familia Fox les devuelta tierras que dicen les fueron arrebatadas).

DOMINGO DE PAZ y tranquilidad, con elecciones en Hidalgo y Quintana Roo -aquí, Gastón Alegre estaba por darle nuevos lustros al PRD, agregando la presidencia municipal de Cancún a las Nuevas memorias (de izquierda) del Negro Durazo. En el estado de México, mientras tanto, los panistas, encabezados por Luis Felipe Bravo Mena, le ayudaban a Roberto Madrazo en su lucha contra Beatriz Paredes, atizándole a Arturo Montiel por las mil causas de enojo que contra él hay en la entidad electoralmente tan codiciada.

CON GRANDE ALEGRIA, pues, véanse las muchas cosas que a los no perversos les será dado observar en estos días. Una de ellas, el próximo domingo, el final del pleito entre Beto y Bety, que podría terminar con que uno de ellos acabe llamándose "Vete".

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