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Ante el descontrol, vecinos del Centro exigen poner en orden a bares y antros

Padecen ruido hasta el amanecer, además de basura, vómito e inseguridad

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▲ Los bares y antros que operan en el Centro Histórico después del horario permitido han desatado la inconformidad de los habitantes de la zona, quienes aseguran que, además del ruido, tienen que padecer por la basura, suciedad y restos orgánicos que dejan cada fin de semana los asistentes a estos establecimientos.Foto La Jornada
 
Periódico La Jornada
Lunes 10 de noviembre de 2025, p. 37

Vecinos del Centro Histórico exigieron a las autoridades poner orden en el funcionamiento de bares, antros y cantinas que operan más allá del horario permitido, ya que de jueves a sábado los asistentes a los centros nocturnos forman largas filas que obstruyen las calles, la música retumba hasta el amanecer, proliferan los puestos de ambulantes y la débil presencia policial no logra frenar los escenarios de violencia e inseguridad.

A ello se suma la tensión por los desalojos ocurridos en los meses recientes, en particular el de República de Cuba número 11, donde permanece un plantón de familias afectadas. Entre lonas y casas de acampar, los residentes conviven con escenas de parejas que buscan tener encuentros íntimos dentro del campamento, la basura y los vómitos que amanecen sobre las banquetas y la calle convertida en un baño público cada fin de semana.

A casi una década de las primeras denuncias de vecinos del Callejón del 57 y las calles República de Cuba, Allende y Donceles acerca del descontrol nocturno, los inconformes aseguran que el problema se ha agudizado ante la falta de regulación. Tras un recorrido por la zona, se contabilizó al menos una decena de centros nocturnos –sin contar locales de venta y consumo de alcohol– algunos de los cuales celebran los llamados afters, fiestas que se extienden hasta las cinco de la madrugada. Vecinas como Teresa N –nombre a petición de la fuente– pidieron que se realice un conteo de dichos establecimientos para evitar su concentración en un solo punto. Contó que “cada fin de semana esto se llena muchísimo, siempre hay fila”, lo que impide el libre tránsito. “Hay violencia, hay inseguridad, estamos enterados de que corren drogas, lo que genera un clima de inseguridad”, expresó.

Marcos N dijo que al amanecer, sobre República de Cuba “parece guerra” debido a que “hay mucha gente intoxicada, hay personas súper tomadas que amanecen tiradas aquí”. Agregó que llegan a encontrar hasta seis o siete personas en distintos puntos; “andan vomitando o arrastrándose y digo: no es posible”. Agregaron que han aumentado los puestos ambulantes con venta de antojitos. “No tienen extinguidores, se cuelgan de la luz, se conectan del alumbrado público, obstruyen el paso y dejan basura”, relató la señora Inés N.

Los habitantes también temen que los desalojos recientes formen parte de un plan para convertir el área en un corredor de vida nocturna. En conferencia de prensa reciente, las familias desalojadas denunciaron hostigamiento de dos trabajadores vinculados a bares del entorno. Además, atribuyen el caos a la “impunidad del gobierno”, pues aunque algunos negocios han sido clausurados por incumplir normas de impacto zonal, reabren poco después, lo que “promueve la corrupción”.