Viernes 31 de octubre de 2025, p. 27
Madrid. El presidente del gobierno español, el socialista Pedro Sánchez, acudió ayer por primera vez desde el inicio de la legislatura, en 2023, al Senado, donde compareció durante más de cinco horas en la comisión de investigación abierta por la mayoría conservadora en la cámara baja para indagar en el llamado “caso Ábalos”, en alusión al ex número dos del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), ex ministro de Fomento y mano derecha de Sánchez, José Luis Ábalos, procesado por corrupción.
Sánchez calificó la comisión de “circo” y “frustración”, y denunció que el Senado se ha puesto “al servicio de la máquina del fango”.
El jefe de gobierno acudió al senado, donde el derechista Partido Popular (PP) tiene mayoría absoluta, para responder a preguntas sobre el presunto caso de corrupción más grave de su gobierno, el que afecta al ex secretario de Organización del PSOE, al que los agentes de la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil sitúan en el centro de una operación de corrupción político-empresarial, que no sólo adjudicó contratos de obra pública a cambio de “mordidas”, sino también se le acusa de un gran fraude fiscal por conducto de una empresa de hidrocarburos.
Los senadores del PP, del ultraderechista Vox y de la conservadora Unión del Pueblo Navarro preguntaron sobre cuestiones ajenas a la comisión, como la investigación judicial contra su esposa, Begoña Gómez, o su hermano, David Azagra (nombre artístico).
De ahí que Sánchez calificó la comisión de “circo” que es “más una comisión de frustración que de información”, incluso la tildó de “comisión de difamación al servicio de la máquina del fango”.
Sánchez fue respaldado por los grupos de la izquierda, incluidos los independentistas del País Vasco y Cataluña, al coincidir en el diagnóstico de que la comisión y el Senado, controlado por el PP, lo que pretende es “dinamitar el gobierno de coalición en una operación a gran escala, para echarle del gobierno a usted y a su partido, a cualquier precio”, según palabras de la senadora de Sumar Carla Antonelli.
Bases de partido catalán, por romper con el gobierno
Las bases de Junts per Catalunya votaron finalmente mayoritariamente para respaldar la dirección de sus líderes de romper con el gobierno de Sánchez, al que van a retirar su apoyo parlamentario al acusarlo de “incumplimientos sistemáticos del pacto”. La militancia de esta formación nacionalista y de cariz conservador votó en 87 por ciento a favor de la separación, con una participación de rozó 70 por ciento de la militancia.
      
	
       
     










     
	         
	       