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Identifican los restos del pianista brasileño Tenório Jr, tras casi 50 años de desaparecido

Su asesinato está asociado a la policía de la dictadura militar en Argentina

Especial para La Jornada
Periódico La Jornada
Lunes 6 de octubre de 2025, p. 7

La identificación de los restos de Francisco Tenório Cerqueira junior –gran pianista que usó la abreviación Tenório Jr para tocar jazz y samba– con su ADN, es uno de los pocos avances en el caso, después casi 50 años de su desaparición.

El 13 de agosto una rúbrica judicial avaló el trabajo del equipo de antropología forense argentina, que concluyó que los restos analizados coincidían con los registrados por Tenório Jr, quien se encontraba de gira por Buenos Aires con dos grandes músicos brasileños, Toquinho y Vinicius, cuando fue desaparecido el 18 de marzo de 1976, a seis días del comienzo de la dictadura cívicomilitar en dicho país. La identificación del pianista de jazz y bossa nova es una certeza en un misterio que duró casi medio siglo.

Tenório Jr grabó un solo disco, Embalo (1964) para la disquera Rge, popular sello brasileño fundado en 1945. En su portada, se muestra mirando el piano dibujado sobre un fondo blanco. La combinación de bossa nova y jazz no fue en Tenório una adaptación forzada de música regional combinada con un estilo dominante, sino que una camada de músicos brasileños encontró en el jazz un medio desde el cual ampliar su forma de expresarse. Embalo va mucho más allá del estándar de música brasileña versionado en jazz.

El mismo año sacó un disco para RCA llamado O Lp, junto a su grupo, Os Cobras, también orientado hacia la unión del jazz con la música brasileña, que contiene versiones que van de Clifford Brown a Roberto Menescal.

El disco Vinicius + Bethania + Toquinho en vivo en la Fusa, un local de la ciudad balnearia Mar del Plata, pegó fuerte en Argentina, se editó y reditó por el sello Trova y aún se ve más en Buenos Aires que los álbumes editados en el país de artistas brasileños reconocidos; se estima que fue el disco de música de la región más vendido en la época de los vinilos. A pesar de estar presentado como una grabación en vivo, el disco fue hecho en los estudios Ion, reconocidos por su excelente grabación de baterías. Alfredo Radoszynski, productor de Trova, contó que recreó ese ambiente informal de local nocturno con “botellas de alcohol y mujeres hermosas”.

La onda de canción de guitarras de Toquinho y Vinicius, con Bethania en la voz, coincidían en su tristeza con la melancolía tanguera; además, los jazzeros locales estaban interesados en su riqueza rítmica y los roqueros porteños más curiosos aspiraron a crear una canción simple, pero con el impacto emocional de una melodía de João Gilberto.

Encubrimiento bilateral

El centro de Buenos Aires se mantuvo como un imán para artistas y militantes políticos que atravesaron las librerías, cafés, teatros y cines a pesar de una constante y omnipresente vigilancia policial no identificada.

Tenório Jr fue visto por última vez saliendo desde el pequeño hotel de la calle Rodríguez Peña hacia la avenida Corrientes en busca de cigarrillos, el 18 de marzo a las tres de la mañana. Existe la certeza de que fue secuestrado por la policía de la dictadura militar incipiente, torturado y asesinado; las causas por averiguación de paradero no resueltas abundaron los siguientes años. Se dijo que en el secuestro de Tenório Jr, los militares lo confundieron con un militante político.

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▲ La familia de Francisco Tenório exigió que se realice una nueva investigación y el esclarecimiento por parte de las autoridades.Foto tomada de Last.fm

El encubrimiento fue bilateral, los dos países oscurecieron la investigación, en lo que sería una característica del plan Cóndor: la interconexión sistemática del plan represivo en América Latina.

Stella Calloni, corresponsal de La Jornada en Buenos Aires, corroboró la complicidad de las autoridades militares de ambos países y dijo: “una vez que reconocieron que se habían equivocado de persona, ya no podían dejarlo libre. Habría sido un escándalo”. También el periodista brasilero Domingo Meirelles pudo acceder a documentación encajonada sobre el pianista asesinado.

Pistas incomprobables

Existieron sujetos de su calaña, militares prófugos a lo largo del continente, ocultos bajo otros nombres y amparados por la influencia de sus colegas. La mayoría pasaron de poderosos a prófugos a medida que comenzaba la democracia. El asesino y represor Claudio Vallejos escapó a Brasil, se presume a principios de los años 80, su historia luego de la dictadura saltó a la luz en 2013, cuando presionado por dinero, después de que le salieron mal algunas estafas, accedió a una entrevista en una revista local en la que confirmó el secuestro de Tenório Jr por militares en la Escuela Mecánica de la Armada y declaró que el asesino fue Alfredo Astiz, uno de los torturadores más crueles de ese periodo, que se infiltró en organizaciones de derechos humanos bajo el nombre de Gustavo Niño. Sus dichos frente al periodismo nunca fueron confirmados por la justicia.

La repercusión de la entrevista de Claudio Vallejos fue fundamental para el inicio de su proceso de extradición que terminó en condena.

El Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF), un organismo desfinanciado por el actual gobierno de Milei, pudo comparar restos con huellas registradas del pianista. La identificación, realizada a casi 50 años del hecho, fue posible gracias a la Procuraduría de Crímenes Contra la Humanidad, que utiliza un software para comparar ADN llamado Afis, que cruzó los datos genéticos de los restos humanos enterrados sin identificar en el periodo de 1975/1983 con las huellas digitales de las personas desaparecidas.

La familia de Tenório Jr emitió un comunicado: “Aún queremos y necesitamos respuestas, ¿Quién mató a Tenório?, ¿por qué?, ¿por qué matar a un hombre sin ningún involucramiento político, que sólo vivía para la música? Durante años y años escuchamos versiones que ahora se revelan falsas. Agradecemos al EAAF por este hallazgo, después de casi medio siglo. Es necesario que se realice una nueva investigación, en nombre de la memoria, que no puede perderse. Esperamos que esta vez las autoridades puedan decirnos lo que ocurrió. El dolor nunca se irá, pero la justicia puede traer consuelo”.