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Estados Unidos: mitos y estereotipos // Paisanos, décima economía mundial // Aportan 781 mil millones de dólares

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▲ La mano de obra mexicana está presente en los campos de cultivos de todo Estados Unidos.Foto La Jornada
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ientras Donal Trump mantiene el sueño húmedo de acabar con la inmigración y la FBI se dedica a detener jueces por escoltar indocumentados mexicanos, alguien en el gobierno estadunidense debería tomarse la molestia de explicar al energúmeno de la Casa Blanca (él mismo hijo y nieto de inmigrantes escoceses y alemanes) que lo único que ha logrado con esa política xenófoba y de corte nazista, es hundir aún más a la economía de su país, porque, si no lo sabía, los sectores productivos de su país están en manos de aquellos que tanto odia y persigue.

En la mañanera de ayer, se apersonó la directora general de Latino Donor Collaborative Think Tank, Ana Teresa Ramírez Valdez, aportó información valiosísima que Trump debe conocer, asimilar y ponderar si desea materializar su proyecto MAGA (Make America Great Again) y no se quede en un mero eslogan propagandístico-electoral, porque sin la mano de obra de los inmigrantes Estados Unidos está frito.

De entrada, Ramírez Valdez echó números: en México somos alrededor de 130 millones, “pero dénse cuenta de que en Estados Unidos somos casi 40 millones de mexicanos; además de todo, nada más 4 millones de ellos son indocumentados. El mito de que ‘la mayoría de los inmigrantes mexicanos son indocumentados’ es completamente falso”. Y pueden ser mucho más que 40 millones. Estos números son muy conservadores, porque están basados en el censo y en él los cuentan cómo las personas se identifican. Hay mucha gente que por miedo o diversas razones no se identifican en el censo como mexicanos o latinos. Entonces, los números reales son mayores.

Además, el origen de una gran parte del producto interno bruto estadunidense viene de los latinos, específicamente de los mexicanos, y aportó ejemplos concretos sobre la participación de los inmigrantes: 51 por ciento de la mano de obra en granjas lecheras de Estados Unidos es inmigrante; 46 por ciento de las empresas de la lista Fortune-500 fueron fundadas por inmigrantes o sus hijos; 45 por ciento de la mano de obra en el procesamiento de carne es inmigrante; 29 por ciento de la mano de obra en la construcción; 20 por ciento en manufactura y agricultura; 15 por ciento en educación y salud. Es que la fuerza de trabajo de los latinos, y de los mexicanos específicamente, no es nada más el estereotipo y el mito, sino que estamos en todos los aspectos y en todas las áreas de Estados Unidos.

Algo más: el año pasado, los mexicanos nacidos en Estados Unidos han contribuido al PIB con 781 mil millones de dólares. Hablamos de un nivel de contribución que, si el total de los mexicanos en Estados Unidos que se identifican como mexicoamericanos fueran un país independiente, serían el décimo país más grande del mundo. Hoy en día, los latinos son entre la cuarta y la quinta economía más grande; pero solamente los mexicanos, quitando a venezolanos, colombianos, argentinos, a todos los demás latinos, serían la décima economía más grande del mundo.

De acuerdo con los pronósticos de Latino Donor, en los próximos dos o tres años el peso económico de los latinos superará al PIB de Alemania, y nos pondremos en el tercer lugar mundial; hoy, uno de cada cuatro jóvenes en Estados Unidos es latino, 16.1 por ciento de los jóvenes menores de 18 años en EU son mexicanos; además, una de cada seis mujeres es mexicana. Entonces, dice Ramírez Valdez, a pesar de la retórica, de las deportaciones que se han dado para los latinos en general, del susto que existe en Estados Unidos, los latinos continúan creciendo, produciendo y pagando impuestos.

Sin embargo, el gobierno gringo se dedica a propagar mitos y estereotipos sobre los inmigrantes (quitan el trabajo a los estadunidenses; sólo reciben beneficios y no contribuyen; aumentan la criminalidad; son una carga para la economía), pero la realidad es muy distinta y Trump debe sopesarla.

Las rebanadas del pastel

A los autodenominados comentócratas les encanta el fracaso y el ridículo: en el sexenio pasado armaron una estrategia comunicacional falaz y golpeadora a más no poder en contra de Andrés Manuel López Obrador y lo único que lograron –además de enfangarse más de lo que ya estaban– fue fortalecerlo. De todas las campañas por ellos armadas, perdieron todas, pero hay algún idiota útil que paga por todo esto y cree que la andanada es eficaz. Como buenos fracasados que son, no lo registran y por eso ahora enfilan baterías (con la misma estrategia fallida e idénticas fichas quemadas) en contra de la presidenta Sheinbaum. ¿Qué resultado creen que obtendrán? Adivinen.

X: @cafevega