Bankgok. Miles de familias en Myanmar permanecen sin refugio, agua o atención médica tres semanas después de los terremotos que azotaron el país. Los servicios básicos aún no se han restablecido en las áreas más afectadas y los trabajadores de emergencia que recuperan cuerpos y despejan escombros están lidiando con réplicas regulares y falta de recursos, según los servicios humanitarios.

Mientras tanto, las fuerzas de la gobernante junta militar continúan bombardeando las zonas rebeldes que se encuentran entre las más afectadas por el sismo.

Un informe de la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) de la Organización de Naciones Unidas indicó que las frecuentes réplicas aumentan el miedo y la incertidumbre entre los residentes afectados, interrumpiendo los esfuerzos de respuesta y exacerbando la presión sobre los ya limitados recursos y servicios.

Más de 4.3 millones de personas necesitan urgentemente agua potable y saneamiento, ya que los sismos dañaron los sistemas del líquido y causaron cortes generalizados de electricidad, que detuvieron el bombeo de éste en muchas áreas; en tanto más de 42 mil letrinas colapsaron.

La inseguridad alimentaria empeora, sobre todo para los menores de edad, y el apoyo nutricional se hace más difícil de entregar, a la vez que en la infraestructura escolar cientos de aulas dañadas deben ser limpiadas, reparadas o reconstruidas.

Los organismos de ayuda internacional entregaron más de 100 toneladas de suministros médicos y los equipos móviles de salud priorizan la atención de traumas y apoyo sicosocial, pero a pesar de estos esfuerzos, la escala y urgencia del desastre exigen una acción, recursos y acceso mucho mayor, dijo OCHA.

El epicentro del terremoto de magnitud 7.7 fue cerca de Mandalay, la segunda ciudad más grande de Myanmar, pero afectó a una amplia franja del país y agravó una crisis humanitaria ya grave provocada por la guerra civil, donde más de 3 millones de personas fueron desplazadas por la violencia.

Un informe en el periódico estatal Myanma Alinn publicado el sábado dijo que el número de muertos por el terremoto había alcanzado los 3 mil 726, con 105 personas heridas y 129 aún desaparecidas.