Jueves 3 de octubre de 2024, p. 3
Los grupos parlamentarios de la Cámara de Diputados recordaron la matanza del 2 de octubre de 1968, y mientras la oposición aprovechó la efeméride para mencionar los riesgos que implican los gobiernos autoritarios y omnipotentes
, Morena y sus aliados señalaron que en la actualidad los jóvenes ya no son reprimidos, sino apoyados.
La priísta Fuensanta Guerrero subrayó que la noche de Tlatelolco dejó una profunda herida como resultado de la violencia y represión
, y que “hoy, en un país en el que se viven aires de autoritarismo, represión e injusticia, la memoria de aquellos que perdieron la vida en Tlatelolco no debe ser en vano… Nunca más un país de una presidencia omnipotente, donde los equilibrios de poderes se deterioren por la voluntad de un solo hombre”.
De inmediato, la petista Lilia Aguilar respondió que “debe ser muy difícil subirse a esta tribuna representando al PRI para hablar de la masacre cometida por Gustavo Díaz Ordaz y Luis Echeverría Álvarez. Hay que tener cierta desfachatez para hablar de ‘aires de autoritarismo’ cuando Díaz Ordaz declaró que se sentía ‘particularmente orgulloso’ de que el 2 de octubre le había permitido servir y salvar al país”.
El panista Daniel Chimal García volvió a tomar la efeméride para criticar a los gobiernos morenistas. Lo ocurrido hace 56 años, mencionó, nos recuerda lo peligroso que el poder lo ostenten unas pocas manos sin contrapesos republicanos, sin instituciones de justicia y gobiernos sólo con sed de revancha. ¿Qué dirían aquellos jóvenes del 68 al ver la forma en que se está trazando la militarización de este país?
La contestación de la bancada guinda estuvo a cargo de Arturo Roberto Hernández Tapia, quien señaló que, a diferencia de lo que ocurría en el gobierno despótico
de Díaz Ordaz, la administración de Andrés Manuel López Obrador elevó a rango constitucional el apoyo a los jóvenes que no tuvieron acceso al empleo ni el estudio formal.
En ese marco, exhortó a título personal
a los tres órdenes de gobierno a que eliminen de la nomenclatura de escuelas, calles e instituciones públicas los nombres de Díaz Ordaz y Echeverría.