Al grito de ¡jueces votados, peligro en los mercados!, cientos de Trabajadores del Poder Judicial de la Federación (PJF) del primer circuito exigieron ayer al Banco de México (BdeM) que se pronuncie sobre la reforma judicial, pues afirmaron que afectará la economía del país.

Frente a la sede del BdeM, ubicado en el Centro Histórico capitalino, realizaron una manifestación de tres horas. Además, entregaron un documento dirigido a la Junta de Gobierno de ese órgano autónomo, en el que también advirtieron que están en riesgo las reservas federales que calculan en más de 230 mil millones de dólares.

Preocupados por la reforma judicial que implica la desaparición de los fideicomisos del Poder Judicial y respecto del destino que se les deba dar a los mismos, se hace patente la preocupación el rumbo de la economía en nuestro país y en particular el buen y sano desarrollo de las finanzas públicas, lo que pone en riesgo la autonomía e independencia del BdeM y las reservas federales existentes, señala el oficio.

Temen inestabilidad

Llamaron a la gobernadora Victoria Rodríguez Ceja y a los cuatro subgobernadores a levantar la voz ante la reforma judicial que pone en riesgo la estabilidad económica del país, por la fuga de capitales e inversiones y terminar con la independencia de esta institución.

Los manifestantes cerraron cuatro de los seis carriles del Eje Central, a la altura de la calle 5 de Mayo, circulación que también clausuraron en ese lapso.

Resulta necesario que el BdeM demuestre y ejerza su autonomía y se pronuncie de manera contundente sobre los riesgos que en materia económica representa la implementación de esta reforma judicial regresiva, leyó Carlos Ávila, secretario proyectista de juzgado de distrito en la Ciudad de México.

Entre las pancartas que portaron los manifestantes se leía: después del Poder Judicial Federal sigue el Banco de México, exigimos respeto a las reservas de dinero y a la autonomía del banco.

Jorge Aguirre, oficial judicial del primer circuito, resaltó con la arenga de ¡juez votado, peso devaluado!, que el nuevo método de elección popular de jueces, magistrados y ministros pondrá un sesgo a la impartición de justicia y con ello habrá desconfianza entre los inversionistas.