El presidente Andrés Manuel López Obrador aseguró que la persona que el domingo le lanzó una botella de agua antes de un acto en el puerto de Veracruz es un abogado, seguramente está vinculado a la red de traficantes de influencias en el Poder Judicial.

Acusó que esa red de corrupción ha beneficiado a empresas inmobiliarias y constructoras permitiendo que, por ejemplo, en ese histórico puerto se construyera un alto edificio que el mandatario ha calificado de adefesio.

Ese inmueble trastoca el paisaje urbano e histórico en el puerto de Veracruz y se han emprendido acciones legales a fin de buscar que varios de sus pisos sean demolidos, sin embargo, éstas no han prosperado en el Poder Judicial.

“Ahí en Veracruz, ahí donde yo estaba, permitieron la construcción los jueces, abogados de despachos vinculados al Poder Judicial. Por eso están tan enojados y lo lamento, ojalá y se serenen.

“Ahí autorizaron no sé cuántos pisos (a ese edificio). ¡Pero estamos hablando del centro histórico de Veracruz! Le llamo ‘El Adefesio’, sí, es una construcción de mal gusto, un adefesio, en uno de los lugares históricos y más bellos de México.”

Lo mismo, señaló, pasa en Tulum, Quintana Roo, donde hay un hotel que no ha respetado las reglas de construcción e ilegalmente construye un inmueble que es más alto de los tres pisos permitidos.

Los lineamientos en esa y otras zonas de la Riviera Maya, dijo, se han dado a fin de que ésta no se convierta en una región tipo Miami y pierda su atractivo y belleza del mar Caribe y de la selva.

Se dijo seguro de que su sucesora, Claudia Sheinbaum, combatirá esas redes de corrupción en el sector inmobiliario.

Se trata de abusos que cometen las empresas inmobiliarias y constructores, influyentes, por corrupción, con autoridades estatales y municipales, y desde luego con jueces y magistrados, porque hay amparos y no los respetan, o esos amparos para construir ese tipo de edificios los hacen valer.