Al conmemorar los cinco años del ataque con ácido que sufrió, María Elena Ríos Ortiz lamentó ayer que no ha obtenido justicia. En un mensaje desde el Zócalo capitalino, la saxofonista manifestó que sigue en lucha, pues su caso no está resuelto.

En medio de las manifestaciones contra la reforma judicial frente a la Corte, a un costado de la plancha capitalina, Ríos destacó que el 14 de agosto el juez local José Gabriel Ramírez Montaño decidió absolver y dejar en libertad a su presunto agresor, Juan Antonio Vera Carrizal, empero, poco después el juzgado de control de Huajuapan de León revocó la medida y ordenó que siguiera en prisión. Además, se inició una investigación contra Ramírez Montaño y está suspendido de sus funciones.

México es el país de los amparos, criticó María Elena, pues sus agresores han solicitado ocho de esos recursos. No obstante, dijo confiar en que tendrá justicia y con ella obtendrá paz, pues tenemos la verdad y vamos a apegarnos a ella.

Para ella, la justicia es nula en el país. Por ello, las mujeres han tenido que pedirla a lo largo de estos años.

Además de informar sobre su proceso, a las 10:12 en punto, Ma­lena se arrodilló para prender la vela de un pastel morado que tenía escrito sobreviviente. Pidió por todas, por un México justo, por todas las oaxaqueñas, las mixtecas, por las que no se han atrevido a denunciar.

Recordó que a esa hora del 9 de septiembre de 2019, gritaba de dolor, su ropa también se quemó y tuvo que salir a la calle casi desnuda a pedir ayuda. Su madre, al abrazarla, también sufrió quemaduras. Yo no fui la única que sobrevivió al ataque, también mi mamá, aseveró.

La saxofonista saludó que en 13 congresos locales la ley Malena ya es una realidad. Aunque reconoció que es un gran logro, no basta con eso, pues se necesita que sea una ley en todo el país y se regulen los ácidos y sustancias corrosivas que dañan a las compañeras.

Con información de Alexia Villaseñor