Lunes 18 de marzo de 2024, p. 9
La atención médica integral contra el cáncer tiene tres componentes: cirugía, quimioterapia y radioterapia, pero de este último existe déficit en el país, debido al alto costo de los equipos y la necesidad de una infraestructura de alta seguridad por las emisiones radiactivas.
Un análisis realizado en el Instituto Nacional de Cancerología (Incan) advierte que hasta 2022 había 114 centros de radioterapia y 485 radioncólogos certificados, pero con disparidades como que en Tlaxcala no hay ni uno, mientras en la Ciudad de México se encuentran 20.
El avance científico ha llevado a considerar la radioterapia como un servicio esencial, incluso para pacientes con metástasis (tumores ya tratados que reaparecieron en el mismo lugar u otros órganos). Al ofrecer estos tratamientos, los especialistas también deben tomar medidas de prevención para el cuidado de la piel y que los pacientes mantengan un adecuado estado nutrimental, explicó Alejandro Villalvazo, médico radioncólogo adscrito al Hospital de Especialidades del Centro Médico Nacional de Occidente del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
Comentó que la radioterapia es útil en el tratamiento de tumores sólidos como los de mama, recto, pulmón y próstata. En casos como el segundo existe la posibilidad de lograr la remisión total si se detectan en etapas tempranas.
En cuanto al cáncer de próstata diagnosticado en estadios iniciales y tratado con radioterapia se ha demostrado una supervivencia de 80 por ciento de los pacientes luego de cinco años.
El especialista destacó que desde finales del siglo XIX, cuando se empezó a utilizar la radioterapia, la tecnología ha avanzado de manera notable, por lo que las radiaciones con diferentes tipos de energía se emiten de manera precisa al sitio donde se localiza el tumor.
Vigilar la nutrición de pacientes es primordial
No obstante, la necesidad de atravesar la piel obliga a tomar medidas que ayuden a hidratar la zona a tratar, al igual que en otras neoplasias, como las de cabeza y cuello, en las que los médicos deben estar atentos a la situación nutricional de los pacientes a fin de que la radioterapia ofrezca mejores resultados, sobre todo para garantizar la tolerancia y apego de los pacientes.
En cuanto al diagnóstico sobre la situación de la radioterapia en el país, el análisis realizado por un equipo de expertos encabezados por Óscar Arrieta, director del Incan, señala que es una especialidad poco conocida, incluso en el ámbito médico.
En 2019, había 368 médicos radioncólogos, la mayoría hombres (269). Egresaban 18 especialistas al año y por la reorganización de las residencias médicas se prevé un aumento en los próximos años.
Sobre los centros de tratamiento, el estudio señala que en 2019 eran 103, de los cuales había uno en 11 entidades, Guanajuato contaba con ocho, en Jalisco y Nuevo León había seis, pero en Tlaxcala no había ninguno.
La cifra más actualizada, de 2022, proviene del directorio de centros de radioterapia de la Agencia Internacional de Energía Atómica (IAEA, por sus siglas en inglés), que reportó la existencia de 114.
El estudio del Incan reconoce la complejidad que implica la construcción de un centro de radioterapia porque requiere de un inmueble blindado para evitar fugas radiactivas, la certificación de la Comisión Nacional de Seguridad Nuclear y Salvaguardias y licencias sanitarias. También debe contar con redes informáticas y personal calificado en diferentes áreas.
Una posible solución para ampliar la cobertura, señala, es crear un centro nacional de atención en radioterapia con ocho sedes distribuidas por región. Así se podría lograr una distribución equitativa del servicio para los pacientes.