Incertidumbre entre más de mil 200 ribereños
Lunes 26 de febrero de 2024, p. 34
Cuitzeo, Mich., Los tiempos en que los pescadores de Mariano Escobedo y San Agustín del Pulque sacaban toneladas de mojarra, carpa y charal del lago de Cuitzeo quedaron en el recuerdo. El lado oriente del embalse, donde se asientan esas comunidades ribereñas, está totalmente seco.
Ante este fenómeno, los más de mil 200 pescadores de la región buscan ganarse la vida en otras actividades. Muchos han migrado a Morelia, capital del estado, o a Guanajuato, a buscar dónde emplearse y obtener un ingreso.
Pese a este panorama adverso, que aseguran no habían vivido nunca, tienen fe en que el cuerpo de agua se recupere en dos o tres años, y el próximo 23 de marzo celebrarán la feria anual del pescado.
Desde 1998, el sector poniente del lago de Cuitzeo, con una superficie total de 400 kilómetros cuadrados, se comenzó a secar, y desde entonces, ha habido años en los que ha recobrado su caudal. Sin embargo, la parte oriente, tomando como punto de referencia la carretera de acceso a Cuitzeo, es la primera vez que está totalmente seca desde hace poco menos de un año.
Hace unos 5 años comenzó a bajar el nivel
Desde hace unos cincos años nos dimos cuenta de que el nivel del agua estaba bajando demasiado; en 2022 se quedó sin agua el área oriente, donde están las comunidades de Mariano Escobedo y San Agustín del Pulque, pero a finales de ese año, luego del periodo de lluvias, se recuperó un poco
, afirma Rodrigo Ábrego, pescador de 63 años.
Recuerda que todavía en marzo de 2023 logró sacar poco más de 10 kilogramos de mojarra a diario, pero fue lo último que capturé
. Después vino la sequía y toda esa zona del lago quedó seca, lo mismo que el poniente, que lleva más años sin recobrar el caudal.
Comentó que aún en temporada de secas, el mosco llega como enjambre y los pescadores lo recolectan porque se vende para elaborar aceite y para alimento de pája-ro; otros ribereños se dedican a cortar vara del llamado tule de pelusa, que se utiliza para la fabricación de cohetes.
También cortan tule para la creación de artesanías; se los compran pobladores de Pátzcuaro, donde ya se acabó, pero ya no queda mucho tule, porque hay gente que le prende fuego
, apuntó Ábrego.
En Mariano Escobedo había más de mil pescadores, ahora sólo quedan unos 100 que se enfilan hacia Iramuco y Aracutín, en el municipio de Zinapécuaro, donde aún queda agua del lago de Cuitzeo. Allá dejaron sus lanchas y todos los días van a capturar.
Pese al infortunio, se llevará a cabo la Feria del Pescado
A pesar de los días malos, el próximo 23 de marzo, como todos los años, celebrarán la Feria del Pescado. Aunque no hay agua traeremos el producto de la presa de Yuriria, porque aquí hay cerca de 5 mil habitantes y casi todos tienen algún familiar que se dedica a esta actividad y tenemos fe de que algún día volverá el agua al lago
, subrayó Rodrigo Ábrego.
El sexagenario, quien vive a unos metros de lo que fue un pequeño embarcadero, recuerda los buenos tiempos: “Yo tenía 9 años cuando comencé a entrar a la laguna. En ese tiempo había mucha lluvia, y como el agua ya no cabía aquí hubo la necesidad de abrir un canal para Guanajuato.
“Ese conducto todavía existe, pero ya se está borrando con el tiempo. En San José La Cinta estaban las compuertas; después comenzó a dejar de llover en abundancia y tapamos las compuertas.
Esperamos que Dios nos lo devuelva
Poco antes de morir, a los 90 años, mi abuelo me decía que el lago se secaba por periodos de siete años, pero volvía a llover y el vaso de agua se volvía a llenar, y uno se asusta como ahorita, porque está totalmente seco, esperamos que Dios nos lo devuelva, nos lo llene, en dos o en tres años
, expresó.
En los buenas épocas sacaban del lago rana, charal, mojarra, carpa y mosco, “cada uno de nosotros tenía su especialidad en la pesca. En mi caso me dediqué a la mojarra y un poco al mosco. El lago tenía metro y medio de profundidad del lado oriente, y en esa parte de Mariano Escobedo había más de dos metros.
En los buenos años sacaban hasta 5 mil toneladas
Como no había mucho tule y ya teníamos lanchas de motor, íbamos a pescar hasta Araró, del otro lado del lago, por Zinapécuaro. En esos años se capturaban hasta 5 mil toneladas de charal y mojarra al año. Había mucha pesca
, recordó Ábrego.
El poblado de San Agustín del Pulque tiene unos 800 habitantes, pero pareciera estar deshabitado. La mayoría de los pescadores se vieron obligados a dejar su actividad y se trasladaron a Guanajuato o Morelia, Michoacán, para buscar un empleo o trabajar de albañiles en obras en construcción; otros optaron por el comercio y algunos a la agricultura, aunque son víctimas también de la sequía. El lago abarca los municipios de Cuitzeo, Coeneo, Álvaro Obregón, Zinapécuaro, Santa Ana Maya y Chucandiro.
Por una serie de factores como deforestación, sequía, fallas geológicas, cambio climático, sobrexplotación y mal uso del recurso acuícola, entre otros, el cuerpo de agua ha perdido alrededor de 70 por ciento de su superficie.