Jueves 15 de febrero de 2024, p. 31
Si bien desde hace 50 años se tiene registro de microsismos en el valle de México, no ocurrían con tanta frecuencia e intensidad como en los meses pasados, afirmó el geólogo Marco Rubio, quien se manifestó por profundizar los estudios en torno a la causa de esos fenómenos.
En entrevista, sostuvo que además de la reactivación de fallas en la zona, entre ellas la Plateros-Mixcoac, se analizan otras hipótesis, como que los sismos puedan estar relacionados con un proceso de remoción de masas en laderas (desplazamiento de suelo) asociada con estructuras volcánicas.
Al señalar que un grupo de investigadores de geofísica de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y del Centro Nacional de Prevención de Desastres (Cenapred), entre otras instituciones, realizan un estudio al respecto, explicó que la capital del país está rodeada por las sierras Nevada, al oriente; de Guadalupe, al norte; Chichinautzin, al sur, y de las Cruces, al poniente, todas de origen volcánico.
En la Benito Juárez hay mucho peso
El también profesor de la Facultad de Ingeniería de la UNAM aseveró que hay que medir los desplazamientos porque las construcciones erigidas desde la década pasada en la alcaldía Benito Juárez son de un peso exorbitante para un suelo que al final forma parte de la zona de transición
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Comentó que es necesario ahondar en los estudios con métodos geofísicos para discernir si los microsismos son generados por dicha remoción de masas o producto de una reactivación de falla, como la denominada Plateros-Mixcoac, pues si bien se han logrado avances importantes en su identificación, en muchos casos no se pueden detectar debido a la carpeta asfáltica, construcciones e infraestructura urbana.
Rubio resaltó que la intensidad de los microsismos de las primeras horas de ayer fue bastante fuerte respecto a la percepción humana de lo que es un terremoto; al menos en Mixcoac se sintió bastante fuerte, aunque al final fue un evento extremadamente local, muy focalizado
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Agregó que lo anterior puede ser resultado de que el poniente de la ciudad fue una zona de minas de arena y el proceso de remoción de masas se está realizando de manera súbita y repentina y directamente estamos en el epicentro de donde se genera el sismo, por lo que la sensación es mucho más fuerte
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