Aunque es una modificación importante para terminar con la corrupción arraigada en el Poder Judicial de la Federación (PJF), la aprobación de la iniciativa de reforma constitucional para modificar su funcionamiento no es un asunto fácil; es complejo, pero hay que intentarlo sostuvo el presidente Andrés Manuel López Obrador.

Reconoció que su movimiento no cuenta con la mayoría calificada en el Congreso, lo que complica su aprobación. Sin embargo, durante su conferencia de ayer en Palacio Nacional, consideró que cuando hay perseverancia y convicciones, lo difícil se logra y lo imposible se intenta cambiar, o sea, lo que parece imposible, pero hay que luchar por los cambios.

A pesar de que con la actual integración tanto de la Cámara de Diputados como del Senado los partidos que lo respaldan (Morena, PT y PVEM) no cuentan con la mayoría calificada, aseveró que será el pueblo el que podrá decidir si prosperan las modificaciones que propuso el pasado día 5.

Consideró que habría que ponderar cuando se asegura que esta reforma no se aprobará en el Congreso, porque aún falta la decisión del pueblo, en alusión a los cambios que podrían traer en el Poder Legislativo las próximas elecciones.

Imagínense cuántos años de corrupción e influyentismo, de nepotismo, de todas esas lacras de la política hay en el Poder Judicial, no sólo en el federal, en todos los estatales, y en los gobiernos, también; en el Ejecutivo no hemos terminado de limpiar.

Subrayó que el objetivo central de enviar el paquete de iniciativas es regresar a la Constitución de 1917 su esencia, su carácter social, democrático, público, donde el interés general esté siempre por encima del personal, por legítimo que éste sea. Para el mandatario, las modificaciones hechas a la Constitución en el periodo neoliberal borraron de la Carta Magna interés público.

El mandatario apareció en su conferencia con una visible protuberancia en el ojo derecho, lo que motivó preguntas al respecto: es un tutupiche. Una infección que agarré en la última gira, por polvo, explicó.