pese a que seguimos pagando por un servicio que no es continuo.Foto Cristina Rodríguez
Lunes 5 de febrero de 2024, p. 28
El suministro de agua potable por la red hidráulica dos días a la semana ha llevado a habitantes de las colonias Santa Isabel Tola, Tlalpexco y Cuautepec Barrio Alto, en la demarcación territorial de Gustavo A. Madero, a almacenarla en tambos y cubetas y reutilizarla para atender sus necesidades prioritarias. Sin embargo, para cocinar y beber deben adquirir garrafones de agua, lo cual les ha significado un gasto semanal de entre 100 y 200 pesos, en promedio.
En un recorrido por dichas colonias, vecinos explicaron que el líquido que llega muchas veces está sarroso, por lo que hemos optado por comprar garrafones, cuyo costo va de 45 a 48 pesos, según la marca
.
Se trata, reconocieron, de una rentita, pero no tenemos de otra porque llenarlos en las purificadoras no nos da confianza, y a ello hay que sumar el pago bimestral del recibo
del Sistema de Aguas de la Ciudad de México, de 200 a 600 pesos.
El monto es mucho, pese a que no tenemos agua toda la semana, pero siempre ha sido así desde hace más de 20 años que nos venimos acá y hemos aprendido a usarla de manera racional para que nos rinda y no comprar pipas
, señalaron.
El costo de una supera mil 200 pesos, pero el agua que llega a caer nos ha aguantado y no hemos tenido necesidad de contratar o solicitar a la alcaldía que nos mande una, porque no quieren subir hasta acá
, comentaron colonos de Cuautepec y Tlalpexco.
La llegada de migrantes a esta última colonia, dijeron, ha generado molestia y enojo entre algunos vecinos porque unas familias les han rentado cuartos, y también consumen agua, que nada más tenemos martes y jueves
.
Otros habitantes, sin embargo, explicaron que aunque poquita, todos los días nos llega en la mañana y ha sido suficiente para tener llenos tinacos y hasta la cisterna, aunque quienes han tenido más problemas son quienes viven en La Presa o Guadalupe Chalma
.
Ambas zonas limitan con Tlalpexco, pero pertenecen al municipio de Tlanepantla, estado de México, y empezaron a construirse en 1985 a raíz del sismo, en una zona que sería un área de recreación, por lo que no se metió la tubería requerida para que tuvieran agua
.
En Cuautepec, señalaron otras entrevistadas, “las cosas también están difíciles, pues sólo llega lunes y viernes en unas calles, y en otras poquita, pero todos los días, y tenemos que estar al pendiente para llenar tinacos, tambos y cubetas, pues no hay cisterna
.
Sin embargo, su constante falta nos ha llevado a cuidarla, a reutilizar la poca que sale en la regadera para el baño, trapear o lavar patios y aprovechar días, como este domingo (ayer), que sí tuvimos para lavar, pues hay que ingeniárnoslas para hacerla rendir y nos hemos hecho expertas en ello
, afirmaron.